Lo común sería ver a Alemania disputar el primer lugar de una fase de grupos luego de una tercera jornada. No obstante, muy pocos habrían realizado ésta estimación: para la jornada cuatro, los teutones son terceros de grupo. Y efectivamente, así llegan hoy, de terceros de grupo con sólo tres puntos. Lo más sorpresivo aún es que no han conseguido la primera victorias. En la primera vuelta han empatado en todos, y con el mismo marcador: a un gol por cada lado. Quizás algunos seguidores pudiéran estar conformes con que el equipo esté invicto, y está bien. Sin embargo, se espera más de la poderosa y experimentada plantilla con la que cuentan.

Italia se adueñó de la primera posición en éste grupo tan difícil, gracias a la victoria que logró ante el conjunto más accesible en la segunda fecha, como lo es Hungría. Mientras que al enfrentarse a los otros campeones del mundo que lo acompañan en el grupo se conformaron con un empate. Con esos 5 puntos y apenas una producción de tres goles les basta para ser líder. Les toca ahora ser visitante por segunda vez, y de seguro irán con intensión de marcar su primer gol fuera de casa.

Hansi Flick quizás sea uno de los primeros interesados en que los alemanes se lleven la victoria ésta vez. Sería la primera que consiguen ante un equipo grande bajo su dirección. Probablemente sea una de las tareas más difíciles, ya que es el sucesor del Joachim Löw, quien dirigió por más de una década, logrando incluso la copa del mundo en el 2014. Flick sigue combinando la experiencia con la juventud, por lo que parece estar viendo los recambios para la selección. Y vaya que los alemanes saben de ésto. Se espera que el cambio de generación no sea traumático con criterios así, haciendo selecciones consistentes. Me pregunto qué tan estresado estará éste entrenador en la posición en la que está? Aunque el calvario se lleva por dentro, quizás se necesite poco para ver en la transmisión a Hansi aflorando las emociones si las cosas no empiezan bien.

Un italiano dirigiendo Italia. Esto no es nuevo, ¿verdad? Roberto Mancini lo daban por perdido al no lograr que la Azzurri clasificara al mundial de Catar 2022, siendo el segundo mundial que se pierden de forma consecutiva. Sin embargo, allí sigue, dispuesto a mejorarle la cara a la selección, y con miras a la Eurocopa de 2024. Para ellos, parece estar apostando a la renovación de la selección, ya que no vemos varios de los que alzaron la Eurocopa hace un par de años. Y con ésto no quiero decir que esté sustituyéndolos con adolescentes, porque al ver los nombres podemos distinguir piezas claves de equipos como el Inter y el Milán que fueron decisivos en los últimos dos campeonatos. Con razón Mancini se muestra entusiasmado e impresionado por el talento que han desplegado en los últimos partidos, fiel a su idea de rotar jugadores cada partido y haciéndolos jugar a todos.

Al hablar de posibles figuras en los locales tenemos varias opciones. Aunque la plantilla en general es bastante joven, no dejan de ser jugadores con oficio y experiencia. Quizás el que sobresale en éste aspecto es el vigente Neuer, quien sigue indiscutible en la portería. Y también Thomas Müller e İlkay Gündoğan se alzan en la ofensiva como los más experimentados. De ellos se espera la cabeza fría y la enteresa cuando las cosas no van bien, e imprimirle la intensidad que necesitan los más jóvenes como Havertz y Musiala. Por cierto, éste último ha gustado mucho en su desequilibrio y velocidad, en el último encuentro entre éstas dos selecciones no se le vio tan cómodo en la media hora que estuvo en el terreno de juego, y para mí, algo nervioso.

Con los italianos no vemos a Chiesa, Bonucci, Jorginho, Immobile, Verratti... Vemos ahora a Bastoni, Tonali, Calabria, Pellegrini. Éstos últimos tienen su gran oportunidad en la selección, y con mucho mérito. Por ejemplo, podemos ver lo que logró Calabria y Tonali en la Serie A éste año, contribuyendo a que el AC Milan pueda coronarse. También, Pellegrini pudo estar en el equipo campeón de la recién nacida Conference League. En la Roma puede jugar de extremo e trasladarse hacia adentro creando ocasiones de peligro y generando volúmen en el ataque. Éstos hombres han sido dirigidos por buenos entrenadores, entienden de tácticas en una liga que le da mucha importancia. Por ésto y más, Mancini sostiene su idea y buscará seguir buscando la mejor versión de ellos para subir de nuevo a Italia a competiciones importantes.

Éstos dos no pudieron sacarse ventaja en el partido de ida en territorio italiano. El partido fue caracterizado por la impresición, ya que hubo 23 disparos (11 de Italia y 12 de Alemania) de los cuales sólo 6 fueron al arco (2 para Italia y 4 para Alemania). Varios de ellos se fueron innecesariamente alto por encima del travesaño. Quizás porque era la primera fecha, había muchas ganas, y se solía golpear el balón con mucha fuerza o más abajo de lo necesario. También hubo una cantidad importante de faltas, interrumpiendo un poco la continuidad del juego (12 del local, 17 del visitante) y pintando de amarillo a 8 jugadores en total. Es posible que ahora el estado anímico y la conexión entre los jugadores sea diferente y veamos más precisión de cara al arco y defensas con más enteresa y cabeza fría.

El historial favorece a la azzurri en partidos de competición oficial. Entre copas mundiales, Eurocopas y ésta Nations League, se han enfrentado unas diez veces, quedando empatados en seis ocasiones y en las otras cuatro los italianos se han alzado con la victoria. Han habido otros amistosos, pero quise tomar como referencia sólo ésta categoría. Así que Alemania buscará su primera victoria ante Italia en éste tipo de competiciones, y será genial hacerlo en casa, con su público.