AS Roma fue sorteado en el Grupo C, donde pudo imponerse como cabeza de grupo perdiéndo sólo un partido, por cierto, con un equipo con el que se enfrentaría más tarde (así es el futbol). A pesar de ésa única y abultada derrota, fue el equipo más goleador de ésa fase de grupo, con 18 anotaciones. Para los que les gusta las curiosidades, probablemente en la fase eliminatoria Mourinho le persiguieron algunos nexos con uno de sus equipos favoritos, el Chelsea, ya que en los octavos de final enfrentó al Vitesse, quien en sus años funcionaba como una especie de sucursal del equipo inglés. Salió airoso con un global de 2-1. Luego se encontró de nuevo con el Bodo/Glimt , pero ahora sí pudo ganar ambos encuentros. Finalmente, con otra coincidencia británica, quedó emparejado con el único equipo inglés en competencia, el Leicester, al cual sólo pudo vencer en la vuelta, pero fue suficiente para pasar a la final. Peculiarmente, Roma siempre jugó en casa en la vuelta y nunca perdió en el Olimpico, evocando a los mejores años del técnico portugués, donde convertía sus estadios en verdaderas fortalezas.

Feyenoord llega con una serie de marcadores más abiertos en la última etapa. Fue residente del Grupo E en la primera fase, y finalizó en primer lugar e invicto. En seis partidos tuvo un record de 11 goles anotados y 6 goles en contra, cifra que fue igualada en la fase eliminatoria luego de apenas tres encuentros. Partizan fue su rival en octavos de final, donde los neerlandeses se impusieron claramente en ambos encuentros, con un global de 8-3. Slavia Praga fueron los siguientes. Los checos pudieron empatar en casa del Feyenoord, pero vencidos en casa por 1-3. Le tocó el turno al Marsella, y aunque perdieron de visitantes, lograron en su casa lo que ninguno de los anteriores pudo hacer: impedir que el Feyenoord pudiera anotarles. Éste partido quedó 0-0, pero fue cuando por fin los neerlandeses pudieron dejar su porteria imbatida. En toda la fase eliminatoria permitió goles en todos los partidos. Quizás alguien pueda decir que a medida que se avanza de ronda es más difícil lograrlo, porque se encuentran a mejores equipos, es cierto. Pero su rival italiano hizo ésto en 3 de los 6 partidos de eliminatorias. Hay para todos los gustos, pero pudiera darnos señales de lo que se debe atender en el último partido de la temporada.

El sexto lugar logrado en la Serie A le asegura el puesto a la Roma en la próxima edición de la UEFA Europa League. Así que no necesita ganar ésta final para poder clasificarse a dicho torneo europeo. Pero parece que ésta victoria tiene más valor que sencillamente poder clasificarse a una de las más vitrinas del continente. Los capitalinos tienen años sin alzar algún trofeo, así que estarán pendientes de apoyar al equipo en el estadio y en el mismísimo Olimpico de Roma, ya que recientemente se pudo saber que se podrá acceder al estadio para poder ver el partido en pantallas gigantes, y así los aficionados puedan estar en su propio estadio en caso de lograr la hazaña. ¿Será una forma de adquirir un dinero extra para el club? Parece que no, porque lo recaudado por las entradas será otorgado a la beneficiencia que lleva a cabo el mismo club capitalino.

Aunque la ausencia en finales europeas del Feyenoord no es tan larga como la de su rival, por supuesto que quieren echar de un nuevo trofeo para sus vitrinas. Han quedado de terceros en el campeonato local y también han asegurado su presencia en el próxima UEFA Europa League. Una de las ventajas que tendrán para éste encuentro es que su último partido fue hace diez días, allá el 15 de mayo, siendo que su rival tuvo actividad hace apenas cinco días.

El archiconocido José Mourinho vuelve al ataque por otra copa europea, que vendría a ser su quinta. De ganar, se convertiría en el único entrenador en haber ganado las tres competiciones europeas existentes (obvio, porque ésta es la primera final de la Conference League). No obstante, recientemente ha dicho que la razón por la que quiere ganar no es su propio ego, sino darle ese regalo a la afición, quien considera que es un equipo grande pero que tiene mucho tiempo sin ganar algo. De ser así, de hecho, la Roma rompería una larga sequía que tienen los clubes italianos sin levantar alguna copa de competición europea, ya que el último en hacerlo fue el Internazionale de Milan, allá en el año 2010, ganando la Champions de la mano de Diego Milito. ¿Se acuerdan quien estaba en el banco? Ese mismo... The Special One.

Arne Slot enfrenta éste compromiso sin miedo, confiado en su juego y en lo que el equipo ha demostrado. Se muestra orgulloso de la energía y la intensidad que imprimen los jugadores en el terreno de juego. Ya sabemos como es el futbol total que predomina en los equipos neerlandeses y el Feyenoord no es la excepción. Poseen un rico futbol de ataque, donde no temen hacer posesiones de balón y aprenden rápidamente a moverse sin él. Es recurrente la presión alta y el intento de recobrar el balón cuando lo pierden. Se confía mucho en la labor de los centrales en éste futbol altamente ofensivo, y se busca la solidez que les permita reducir la cantidad de goles, o al menos mantenerlos por debajo del número de los goles anotados.

Existe sólo un precedente entre ambos. En la Europa League del 2014/15 pudieron verse en eliminatorias de ida y vuelta. Luego del empate a un gol en territorio italiano, finalmente los neerlandeses fueron derrotados en casa 1-2 dandole paso al equipo comandado por Francesco Totti, Daniele de Rossi, Pjanic y Gervinho. Por otro lado, Fred Rutten era el encargado de llevar el timón en el Feyenoord. ¿Recuerdan quién era su asistente? Giovanni van Bronckhorst, entrenador que acaba de salir sub-campeón en la reciente final de la UEFA Champions League.

Es posible que las mejores cartas que quieran usar cada club en ésta final sean sus delanteros. Tammy Abraham ha venido de menos a más, siendo ahora el claro referente de ataque para la Roma, marcando más de 20 goles en la campaña y buscando engordar la cifra en éstos 90 minutos o más. La duda será Henrik Mkhitaryan, quien necesita recuperarse totalmente para poder ver minutos. Por parte del Feyenoord, el colombiano Luis Sinisterra también saca a relucir sus credenciales como delantero de calidad y con sus más de una docena de participaciones en goles ha podido ganarse el cariño y respeto de la afición. Tendrá que lidiar con la presión que implica tener esas expectativas sobre sus hombros luego del pitazo inicial. La duda será Justin Bijlow. Aunque algunos ya creen que será el portero titular, otros no lo aseguran por ahora. Pero su presencia aportaría una tranquilidad a sus técnico, ya que es el más habitual.