Sufrir por el Deporte ¿Existen consecuencias al hacerlo?
El que está al lado de mí en la foto es Javier, un gran amigo mío desde la secundaria. Ayer estábamos viendo desde el estadio un partido de nuestras queridas Avispas. En algún momento de juego, me dijo que nosotros no vamos al estadio a disfrutar, sino más bien a sufrir.
Con todo lo que batea este equipo, uno pensará que la tiene fácil en cuanto al bienestar mental. Pero con todas las carreras que también permiten, es fácil justificar el carrusel de emociones que le llegan a uno a cada rato. Por otra parte, si a eso le sumas la cantidad de horrores que ya tiene en su hoja de servicios el manager de mi equipo, (entre ellos colocar ayer un jugador impropio por tercera vez en el torneo) es para halarse los pelos y volverse loco.
Pensando en todo eso, se me ocurrió que tal vez sufrir tanto por el deporte debía ser perjudicial. Me puse a investigar en los sitios de información médica y científica, uniendo como palabras como niveles de cortisol y sports fan. Encontré varios trabajos, entre los que estaba uno llamado:Are Die-Hard Football or Other Sports Fans at Risk of Cardiovascular Events?
Allí encontraban una relación entre la incidencia de infartos cardiacos y cerebrales, y otras complicaciones cardiovasculares, y el hecho de ser un fanático empedernido y observar a su equipo perder. Más claro ni el agua, coger tanta lucha, te sube la presión y te enferma el corazón.

Los resultados también arrojaron que era más probable que estos eventos ocurrieran si el fanático ya tenía antecedentes de malos hábitos como consumo de alcohol y/o tabaco, comidas grasas o si ya había tenido eventos similares anteriormente. O sea, amigo, evita enojarte con tus jugadores o su DT si ya la Parquita te ha visitado alguna que otra vez.
Por lo demás, en el estudio también dejan claro, que es mejor practicar deporte, que simplemente ser espectador de los mismos, y por supuesto, ser un fanático medio es mucho mejor que ser un fanático a morir. Simplemente, no vale la pena. Cómo dice la gente: Al final los deportistas seguirán cobrando y disfrutando sus millones (sus pocos pesos en el caso de Cuba), y tú vas a estar tieso y sin poder protestar.
De momento he decidido no ver más pelota mientras el manager actual de mi equipo no cese sus funciones. El que venga, quizás lo haga peor, no lo sé. Esta vez prefiero, bueno por conocer, que malo conocido.
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