ESPAÑOL

Así que mi hermana decidida a sacarme de la rutina, coloca mi vida de cabezas, ofreciendome algo más que un paseo, un reto, subir el Cerro Casupo, el cual queda en la parroquia San José, Valencia, Estado Carabobo, ella opina que me dará grandes beneficios en cuanto a la salud, que es buena, por cierto, y más que fortalecer los músculos, o adelgazar, para mí es más importante, por el tiempo de calidad con mi hermana, desde diciembre no la veía personalmente.

En la mañana de hoy, con solo una taza de café y una mochila con agua, además de una gran sonrisa, que demostraba que íbamos felices y animadas, así fue el inicio de esta travesía, con mucho entusiasmo, aunque yo veía ese gran grupo de rocas como el obstáculo que debía afrontar, mis primeros pasos eran fuertes y firmes, mi hermana y yo nos alternamos con la cámara, para asegurarnos de conseguir buenas tomas fotográficas durante esta aventura.

A medida que íbamos subiendo el Cerro, mi respiración iba cambiando, a lo largo de la caminata podemos ver personas que suben y bajan, algo que ya ellos hacen a diario, notando agilidad y dando ánimos para proseguir, lo cual les aseguro que los necesitaba muchísimo, porque empiezan a temblar los músculos, las piernas se hacen pesadas, cada paso debe ser firme por qué es un terreno rocoso, lo positivo es que había un buen tiempo, así como que si fuera a llover, mi corazón late fuertemente, mis pulsaciones se aceleran pero veo hacia arriba y marco mi meta, es un reto que me traje y no soy de rendirme fácilmente, pero es que mi condición física no es la mejor.

Hubo un momento en que la respiración se pone fuerte, mi saliva era como gelatina, así que enjuague mi boca mientras descansaba un rato, y las palabras de ánimo subían y bajaban con cada una de las personas que pasaban por nuestro lado, pero la voz más constante fue mi hermana, la cual me decía que me mantuviera firme en los retos, que aunque sintiera que mis fuerzas ya no estaban, que luchará, que era momentáneo, así que tome un impulso más y continúe.

Finalmente llegué a la meta, no fue fácil, sentir que en la medida que iba subiendo mi corazón iba a explotar, porque cada latido se hacía más y más fuerte, aunque dicen que bajando es más difícil, pienso que debemos fijarnos bien dónde colocar el pie, para cuidarnos de una caída, creo que así es la vida, cuando nos ponemos una metas, por más difícil que sea no debemos rendirnos y fijarnos cada paso que damos para no caer o resbalar.

Las fotos son propias tomadas con mi teléfono Tecno Camón 17, es importante añadir el uso de la app Canvas para editar la portada y el banner.