Gran aventura en bicicleta con amigos de la vida

Hace unas semanas atrás realice otro de mis viajes en bicicleta donde recorro grandes distancias, siempre suelen ser mayores a 30 km o de más de 100 km en un solo día. Mis compañeros de viajes suelen ser dos y siempre llevan repuestos para cualquier problema que surja. Esta vez decidimos ir hasta “Oro Verde” una ciudad a 40 kilómetros de donde vivimos.

En primera instancia el viaje solo era de 10 kilómetros porque no podemos cruzar el túnel que conecta a nuestra ciudad con la más próxima, el cruce del túnel solo está permitido para vehículos motorizados de manera que puedan evitarse los accidentes, por lo tanto, tuvimos que cruzar en transporte público.

En principio hicimos 10 kilómetros y paramos en el supermercado para comprar bebidas y comida, es necesario aclarar que en esa parada tomamos demasiada agua debido al intenso calor. Mientras tomaba agua se me ocurrió la idea de recorrer más pueblos cercanos y sugerí que fuéramos a “Aldea Brasilera” una localidad a 12 kilómetros, los cual son pocos pero el calor era tan intenso que se tornó un viaje un poco más largo de lo habitual.

Cuando llegamos un amigo pincho la cámara con una espina justo en la entrada del pueblo, parecía la ley de Murphy. Aun así, llegamos muy bien, luego compramos más bebidas y repusimos energías sentados al lado de la iglesia principal.

Otra idea que surgió en el recorrido fue la de ir hasta el rio y mojarnos debido a las quemaduras por el sol, pero el rio se encontraba a 3 kilómetros. Luego de estar varias horas resguardados del sol y sentados en la iglesia, decidimos volver pero el viento en contra era tan fuerte que los 12 kilómetros parecían 50 kilómetros. Después de esta travesía tuve que estar tres días encerrado debido a las quemaduras por el sol.