The True Importance of Messi to World Sport: A Closer Look At The Career of This Inimitable Athlete [ENG/ESP]

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Todos sabemos cómo resultó "el final" de la historia deportiva de Lionel Messi. Sin exageración alguna, creo que todos podríamos recordarnos de qué estábamos haciendo aquél 18 de diciembre de 2022, durante la Final de la Copa del Mundo de Catar 2022. Donde la Argentina liderada por este increíble personaje, no sólo rompía una sequía deportiva en este título, que suponía más de 36 años sin poder llamarse a sí mismo "Campeones del Mundo", sino que desde la aparición del chico nacido en Rosaria en junio de 1987, la selección Argentina de fútbol, ha alcanzado su pico más grande finales continentales y logros deportivos en su más de 100 años de historia. Pero este post no únicamente trata del palmarés de este extraordinario futbolista, sino que irá más allá; su influencia en el deporte mundial.

Soy consciente también de que muchas personas, y más las que siguen al fútbol como fenómeno social y cultural, suelen tener marcadas preferencias. Y que el prisma del análisis variará determinando el gusto personal y subjetivo por cada individuo. Por ello, encontramos personas que defienden la competitividad y tenacidad de Cristiano Ronaldo. O, mantienen una tendencia más romántica con respecto al pasado, donde Pelé, Maradona, Zico, Kempes, Di Stéfano o Puskas, merecen una consideración de "únicos" y "excepcionales". Lo puedo entender y hasta en cierto punto comprender, pero en cuanto a rendimientos, estadísticas, incidencia en el juego, portento físico, desempeño, talento e influencia total en el juego; estoy convencido que nadie es tan determinante como lo es Messi.

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A continuación, van a leer una crónica deportiva que jamás vi en ningún otro deporte de exigencia mundial, con las características que detallaré a continuación (y si es así, por favor, hagánmelo saber. Pues, estuve buscando ejemplos y no hallé ninguno.): Primer partido de Semifinales de la Copa del Mundo de Catar 2022, Croacia v Argentina, Estadio de Lusail, Doha, Catar. Un joven defensa central croata, con un futuro prometedor y que durante ese certamen, estaba desempeñándose como el mejor defensa de todo el Mundial, es minimizado a la más absurda y casi cruel expresión por un sujeto, con 35 años; que coge un balón inerte contra la línea de cal, en la banda derecha, y a su vez es marcado por Gvardiol (el apellido de ese defensa).

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Amaga que va a correr un sprint con la bola atada al botín, frena inesperadamente y de nuevo, comienza el galope. El pobre y confundido chico de 20 años croata, atónito, parece incrédulo de lo que está experimentando. Aún así, lo persigue e intenta con su cuerpo sacarlo de equilibrio y por tanto recuperar el balón; lo que no ve es que ya es una presa de un sujeto que no tiene nada que perder y que conociendo los límites lógico de la edad que tiene (Messi) ha desarrollado una manera de desgastar al rival y desmoralizarlo al mismo tiempo. Y así, como "arte de magia", un portento físico: alto, fuerte, joven y duro (más talentoso y hábil) es vilmente "bailado" por un tipo que al inicio de partido, "parecía" que "caminaba" la cancha...

Ni Michael Jordan, ni Tiger Woods o Michael Phelps alguna vez tuvieron un desempeño de este calibre a una edad tan avanzada para la competencia de alto rendimiento. Menos aún lo hicieron por tanto tiempo. Porque si mal no recuerden, yo inicié este post desde el 2022, cerca del "final" de su carrera. Obvié, deliberadamente los anteriores 14/15 años donde Messi no sólo hacía lo que le hizo a Gvardiol cada 3 días y con todo los rivales que pudiera imaginarse, sino que rompió todos los récords que alguna vez, cualquier otro futbolista (y deportista mundial) alguna vez haya logrado ostentar. De ahí, mi completa admiración por este hecho que es tan alarmante como poderoso...

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Irónicamente, sólo un lugar en el planeta llegó a cuestionar la calidad y la influencia de Messi en el deporte (y más precisamente, en el fútbol). Y sí, obviamente me estoy refiriendo a su país natal, Argentina. Los peores improperios que alguna vez, alguien, se haya atrevido a decir sobre una persona, los leí y escuche en ese país. Cabe destacar, que sólo eran algunos, no todos. De hecho, podría hacer una serie de posts con el objetivo de describir lo que este sujeto significa para miles de millones de personas de todo el planeta, y aún así, quedaría incompleto e insuficiente. En este sentido, perder una Final de Copa del Mundo contra Alemania, dos Finales de Copa América con Chile (seguidas= y una con Brasil (Copa América, Venezuela 2007) no eran "suficiente" para sus detractores.

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Muchas personas (periodistas, opinadores de oficio y personajes que jamás tocaron ni un balón en su vida o hicieron deporte) tenían el tupé y el descaro de llamar a Messi de la siguiente manera: "fracasado", "perdedor", "sin alma", "un hombre tibio", o "inútil". Ni siquiera la prensa o el rival de toda su vida (Madrid, España) fueron tan duros ni tan abrumadoramente equivocados, como sí sucedió en la Argentina... ¡Qué sorpresa debieron haberse dado cuando lo vieron besar la Copa en Catar! Un sujeto que pudo haber, incluso jugado, en uno de los mejores equipos nacionales de todos los tiempos, como lo fue esa España, campeona del mundo en Sudáfrica 2010, o simplemente marcharse con el reconocimiento del mundo entero, pensando en sí mismo y su bienestar.

No obstante, más allá de todas las teorías que puedan existir sobre qué hace a Messi tan inigualable, yo me quedo con la perseverancia y disciplina. Sin negar sus dotes de talento o técnica. Todo lo contrario, esa ambición por mejorar es lo que llevó a Leo a ser quien ha sido. A trascender en el deporte mundial, como sencilla y llanamente lo ha hecho. Es gracioso, porque tenía demasiadas ganas de escribir este post desde que estoy en HIVE, pero me lo había guardado para un momento especial. Sentía, que con Messi, nunca está escrito el último capítulo. En ese sentido, es como un mago. Cuando crees que lo conoces y podría resultar predecible, termina asombrándote, conmoviéndote y sólo queda rendirse ante el genio que emana de esa humanidad tan inconmensurable.

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Insisto, no conozco a ningún otro deportista mundial actual o del pasado que haya sostenido la grandeza por tantos años; incluso décadas, como sí lo sigue haciendo Lionel Messi. No sólo es letal para anotar goles y hacer la diferencia con su regates y hazañas, sino que entiende el juego como pocos pueden hacerlo. Hace cosas que sólo tienen sentido en su cabeza y que en todos nosotros termina resultando en una hermosa sorpresa maravillosa. Como cuando realizó ese pase a Nahuel Molina, con más de 6 rivales neerlandeses ante Países Bajos en los 4tos de Final de la Copa del Mundo. Las probabilidades de que ese pase resultase exitoso eran tan absurdamente bajas, que lo que terminó sucediendo parece un relato de ficción en lugar de un hecho de fútbol.

Por cierto, he dicho que ha obtenido 7 Balones de Oro dentro de su reconocimiento como mayor ganador de trofeos a la excelencia mundial, pero esto no ha acabado aún. Parece que el reloj nos muestra a casi todos nosotros los peores aspectos de nuestras vidas, menos a él. Lo que no pudo (ni por asomo) hacer en 2014, en la Final del Maracaná contra Alemania, en el Mundial de Brasil 2014, lo terminó haciendo durante todo el transcurso de la pasada edición de la Copa del Mundo. Únicamente, Szczęsny, arquero polaco puede decirle a sus nietos, y familiares en un futuro que él pudo ser la excepción a la demoledora regla que marcó este genio en toda la Copa. Anotar goles en cada partido, menos en ése contra Polonia. Hay Messi para rato y al menos yo, seré muy feliz. Sé que no estoy sólo...