Saludos, amigos. Espero que todos se encuentren muy bien. En esta ocasión quiero compartirles un bonito reporte familiar, donde tuve la oportunidad de visitar el municipio de Lobatera, un lugar que se encuentra aproximadamente a cuarenta minutos de mi municipio. Fue un viaje muy especial, no solo por el paseo en sí, sino porque pude disfrutarlo en familia, combinando el deporte, la unión y los buenos momentos.

Desde temprano nos levantamos para alistarnos y preparar todo lo necesario. Mientras revisaba la moto y me aseguraba de que todo estuviera en orden, ya podía ver el entusiasmo de mi hija, las ganas de querer competir, y eso de verdad que me motivó y me llenó de alegría, pues sabíamos que no solo sería un encuentro entre municipios, sino también una oportunidad para compartir con personas de distintos lugares y seguir sumando recuerdos inolvidables.

Durante el trayecto, como de costumbre, aprovechamos para tomarnos unas cuantas fotos del hermoso paisaje andino, que siempre me transmite una sensación de tranquilidad y belleza natural. Pasamos por Michelena y continuamos hasta llegar a Lobatera, donde al llegar no faltaron las selfies y las fotografías para guardar ese lindo recuerdo.

Después caminamos un poco por las instalaciones para estirar y calentar, hasta que llegó el turno de mi hija, quien salió a la cancha con mucha energía y dio lo mejor de sí. Aunque esta vez no logró ganar, lo más importante fue verla disfrutar, jugar y dejar el corazón en el partido. Para mí, ese momento fue más que suficiente, porque lo vivimos todos juntos: mi esposa, mis amigos, los allegados y los compañeros que nos acompañaron en esta pequeña aventura deportiva.

Al finalizar el encuentro, decidimos almorzar en un restaurante cercano, donde compartimos anécdotas y risas hasta que se hicieron alrededor de las tres de la tarde. Luego emprendimos el regreso a casa, disfrutando del camino y del buen clima.

Ya en mi municipio, terminé mis labores del día y cerré la tarde con un merecido descanso, agradecido por haber vivido otro día lleno de familia, deporte y momentos que fortalecen el alma. Espero que este pequeño reporte les haya gustado tanto como a mí me gustó escribirlo. Seguimos sumando experiencias, así que no olviden seguirme para más, porque se vienen nuevas aventuras muy pronto.

Actividad diaria, Caminar, Caminata fotográfica, Jugar con niños/nietos, Voleibol