En esta cómoda morada donde me alojo en la ciudad de Boa Vista, es agradable salir a caminar con mi disciplina cotidiana por las calles. Son pequeñas cuadras que he transitado, escucho música donde se hace el llamado a bailar. Es un suceso en cada momento, me sorprende el acontecimiento de los servicios que funcionan tratando de mantener a la comunidad en los estándares de la calidad de vida. Se puede apreciar la regularidad del servicio de transporte sirviendo a todas las personas. La norma es la puntualidad de la ciudadanía para esperar la pronta movilización por las avenidas y las rúas de la ciudad. Las mujeres y los hombres expresan su calidad de vida por tener una fisonomía personal cubierta por la presencia de mantener la cultura física de una república donde se destaca el deporte. Aquí se practica cualquier deporte con devoción y participación.

El fin de semana pasado, cuando transcurre el jueves de la Semana Santa. Me asombra al escuchar por los altoparlantes la variada música en el estacionamiento de un supermercado en la avenida São Sebãstião. Tienen cubierto el área por un centenar de mujeres y hombres que están activados en una bailoterapia. Es fabuloso lo que estoy observando. Es oportuno recordar que en muchas plazas públicas de la ciudad existe una positiva actividad de bailoterapia, son diversos sectores y también de todas las edades, demostrando la efectividad del proceso inclusivo. Me deja pensando este acontecimiento porque estas personas perciben bienestar sociocultural. Es más, en este movimiento de cultura física, la música que se proyecta son los diversos géneros musicales brasileiros. Hasta la música campesina de la región roraimense acompaña a estos entusiastas danzantes de los movimientos corporales, los líderes del grupo tienen enaltecidas las emociones y el bienestar es común con todos los comunicantes generando salud mental al liberar tensiones al actuar con la euforia propia que trasmite cada participante. Es decir, que la bailoterapia es un antidepresivo natural.

El estacionamiento está conmovido por la acción del movimiento socializante; la euforia estremece el lugar. El baile permite que se fomenten las emociones a través de la expresión corporal, lo que puede ser especialmente beneficioso para quienes tienen dificultades para expresar sus sentimientos con palabras. Percibo, que estos participantes están generando de forma exitosa una relación familiar, comunitaria y laboral.

Es oportuno que resalte que aquí, la bailoterapia es una manifestación comunitaria que va más allá del ejercicio corporal; es una herramienta poderosa para el encuentro con la salud mental y corporal. Sus beneficios se extienden a la creación y desarrollo de comunidades más conectadas, inclusivas, saludables y emocionalmente resilientes. Al estructurar funcionalmente el movimiento comunitario, la música y la interacción social, la bailoterapia enriquece la vida de los individuos y fortalece el tejido social en su conjunto.

Considero que este movimiento se tiene que expandir y promocionar como una iniciativa hacia otros espacios alternativos en los parques, plazas o centros culturales. Se puede promover y organizar reuniones especiales de bailoterapia con temáticas específicas. Con ritmos latinos, música folklórica, como el joropo, para atraer a diferentes grupos de personas y mantener la actividad dinámica.

Es más, se puede ejecutar un estudio cualitativo o cuantitativo para con folletos los beneficios de la bailoterapia en la salud mental de los participantes comunitarios, como se puede reducir el estrés y mejorar la autoestima. Qué manera de convivir en una ciudad donde el potencial es enorme.

En resumen, la bailoterapia es una actividad completa que aborda la salud mental desde múltiples vertientes. Al combinar los beneficios físicos del ejercicio con la estimulación de la calidad musical, la expresión corporal, emocional y la interacción social, se convierte en un útil instrumento poderoso para mejorar el bienestar psicológico general.

Gracias por leer y comentar mi post!

In this comfortable dwelling where I stay in the city of Boa Vista, it is pleasant to go for a walk through the streets with my daily discipline. There are small blocks that I have walked, I listen to music where the call to dance is made. It is a happening at every moment, I am surprised by the event of the services that work trying to keep the community in the standards of quality of life. One can appreciate the regularity of the transport service serving all the people. The norm is the punctuality of the citizens to wait for the prompt movement along the avenues and roads of the city. Women and men express their quality of life by having a personal physiognomy covered by the presence of maintaining the physical culture of a republic where sport stands out. Any sport is practised here with devotion and participation.

Last weekend, on the Thursday of Holy Week, I was astonished to hear the music playing over the loudspeakers in the parking lot of a supermarket on São Sebastião Avenue. I was astonished to hear over the loudspeakers the varied music in the car park of a supermarket on São Sebãstião Avenue. They have the area covered by a hundred women and men who are engaged in a dance therapy. It is fabulous what I am observing. It is opportune to remember that in many public squares of the city there is a positive activity of dance therapy, they are diverse sectors and also of all ages, demonstrating the effectiveness of the inclusive process. It makes me think about this event because these people perceive socio-cultural well-being. Moreover, in this movement of physical culture, the music that is projected is the various Brazilian musical genres. Even the rural music of the Roraima region accompanies these enthusiastic dancers of the corporal movements, the leaders of the group have their emotions exalted and the well-being is common with all the communicators, generating mental health by releasing tensions when acting with their own euphoria that each participant transmits. In other words, dance therapy is a natural antidepressant.

The car park is moved by the action of socialising movement; euphoria rocks the place. Dancing allows emotions to be fostered through bodily expression, which can be especially beneficial for those who have difficulty expressing their feelings in words. I perceive that these participants are successfully building family, community and working relationships.

It is appropriate for me to emphasise that dance therapy here is a community manifestation that goes beyond bodily exercise; it is a powerful tool for encountering mental and bodily health. Its benefits extend to the creation and development of more connected, inclusive, healthy and emotionally resilient communities. By functionally structuring community movement, music and social interaction, dance therapy enriches the lives of individuals and strengthens the social fabric as a whole.

I believe that this movement needs to be expanded and promoted as an initiative to other alternative spaces in parks, squares or cultural centres. Special dance therapy meetings with specific themes can be promoted and organised. With Latin rhythms, folk music, such as joropo, to attract different groups of people and keep the activity dynamic.

Furthermore, a qualitative or quantitative study can be carried out to provide brochures on the benefits of dance therapy on the mental health of community participants, how it can reduce stress and improve self-esteem. What a way to live together in a city where the potential is enormous.

In short, dance therapy is a comprehensive activity that addresses mental health from multiple angles. By combining the physical benefits of exercise with the stimulation of musical quality, bodily and emotional expression and social interaction, it becomes a powerful tool for improving overall psychological well-being.

Thank you for reading and commenting on my post!