Mi tío el jugador de fútbol (ESP - ENG)

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Uno de los recuerdos de mi infancia me remonta a la casa de una de las hermanas de mi padre, se llamaba Elvira y su esposo Luis, con un apellido muy común en nuestro país y que demostraba totalmente sus raíces españolas: Pérez.

Yo era un niño por aquel entonces y todavía vivía mi abuela, la madre de mi papá quien era el pegamento que unía a toda esa gran familia compuesta por siete hijos y sus parejas, sus nietos, una enormidad de primos con sus propias familias y por si esto fuera poco, también amigos que se sumaban en cada festividad de navidad o año nuevo.

En navidad nos juntábamos todos en casa de la abuela y en año nuevo por lo general íbamos de mis tíos Elvira y Luis que tenían una única hija, Marita.

La casa de mis tíos era la más grande y lujosa de toda la familia radicada allá en Ensenada, una pequeña población pegada a la gran ciudad de la Plata. Recuerdo las fotografías que estaban dispuestas por toda la sala de estar y los pasillos de distribución, la gran mayoría eran dominadas por un único tema: el fútbol. Mi tío Luis convirtiendo un gol, cabeceando con un rival pegado a su cuerpo, en otra la pose característica del equipo completo, Luis siempre estaba agachado porque era grandote y además centro delantero, por alguna causa no del todo aclarada, los delanteros y volantes ofensivos se agachan para la foto, el arquero, toda su defensa y algunos volantes defensivos están parados. Reglas no escritas del fútbol que aun hoy se mantienen vigentes.

Lamentablemente no había fotografías de copas ni grandes festejos, Gimnasia ha ganado poco y nada a lo largo de toda su vida en primera división pese a ser el club más antiguo que continúa vigente, cuando mi querido Lobo Platense ganó algún torneo Luis no jugaba al fútbol, pasemos por favor a otros detalles menos dolorosos, sepan disculparme.

Hasta donde llegan mis recuerdos ya no jugaba, estaba retirado, había nacido en el año 1900 por lo que sé que en la época en que visitábamos su casa ya tenía cerca de 60 años. Sin embargo, se retiró en el año 1942, es decir que jugó hasta una edad avanzada para este deporte, más aún para un delantero.

Si puedo evocar algunas anécdotas que se repetían hasta el cansancio en cada oportunidad que visitábamos su casa, comenzó a jugar en la primera división de Gimnasia de grande, tenía 36 años, pero eso no impidió que descollara en aquello que mejor hacía: goles. Aun hoy continúa siendo el 7mo. mayor goleador en la historia del club con 64 goles en 104 partidos lo que le dio un promedio de 0,62 goles por partido, toda una gran marca para un equipo que convertía poco, en general recibía más de los que hacía, esa es la historia repetida de mi equipo favorito.

Otra vez quiero hablar de Gimnasia y Esgrima, quizás elegí mal pero estoy orgulloso pese a todo, no tenemos un récord inolvidable, no tenemos un gran estadio, no tenemos ni tuvimos jamás un pasar económico de abundancia ni peso en las decisiones de la AFA pero lo quiero de todas formas, es así de simple aunque muchos no lo entiendan.

Pero el tema principal de este relato es Luis Pérez, vuelvo a su historia; por aquellos años los futbolistas de los equipos más humildes continuaban siendo semi profesionales, mi tío por ejemplo trabajaba por la mañana en el frigorífico de La Plata y por la tarde entrenaba. La he escuchado a mi tía Elvira contar orgullosa que todo el equipo gozaba de gran camaradería y cada domingo antes de viajar hacia el estadio, se reunían alternadamente en casa de alguno de ellos y comían ravioles con estofado, no lo sé con precisión, pero creo que era una especie de cábala. No me parece que la misma haya funcionado demasiado pero seguramente almorzaban muy rico y se divertían.

Así era la vida de los jugadores de aquel entonces, al menos la vida de los que formaban parte de los equipos menos poderosos. Mi tío Luis contaba que los equipos de mayor poderío como Boca, River, Racing, Independiente y San Lorenzo no tenían en aquel momento la necesidad de buscar su sustento en otros trabajos, ganaban lo suficiente en sus clubes como para no tener que hacer otra cosa más que entrenar y jugar.

En el año 1940 fue cedido al club Vélez Sarsfield, no le gustó el cambio y solo jugó 9 partidos y convirtió 4 goles, al año siguiente volvió al club de sus amores y jugó hasta 1942 cuando decidió retirarse.

Hace unos cuantos años, cuando todavía los diarios se imprimían solo en papel y la fecha del fútbol se jugaba completa solo en días domingos, uno de los principales periódicos del país traía en su sección deportiva de los sábados las alineaciones, los árbitros y algunas estadísticas, mi tío Luis Pérez en ocasiones figuraba como el mayor goleador de Gimnasia contra algunos de los equipos que le tocaba enfrentar en esa fecha.

Pese a que solo era un pariente político, siempre me sentí orgulloso de él, un buen hombre, un buen padre de familia y un gran delantero, como si todo esto fuera poco jugó en el club de mis amores.

Por algún lado tenía alguna foto familiar donde estaba rodeando a su esposa e hija en medio de una gran cantidad de familiares, lamentablemente no la encontré, solo puedo incluir una que tomé del sitio oficial de Gimnasia, él es el que está en cuclillas en medio de todo el equipo y con su amiga la pelota bajo su mano.