Un ajedrecista polaco en la Argentina (ESP-ENG)
Cuando frecuentaba el sótano de la confitería Richmond para mejorar mis conocimientos y jugar al ajedrez rápido, tuve la oportunidad de ver en acción a varios grandes maestros internacionales y nacionales de ese tiempo. Recuerdo a Oscar Panno y Miguel Quinteros por ejemplo, pero lo que no olvidaré jamás es haber visto al inolvidable Miguel Najdorf, una leyenda viviente por aquellos años.
Ya era un hombre grande en ese entonces, tenía unos 67 años y estaba semi retirado de las competencias. Digo “semi” porque unos pocos años antes participó de un encuentro denominado “URSS vs. resto del mundo” consiguiendo un enorme empate con el ex campeón mundial Mijail Tal y unos años después de haberlo visto en la Richmond, dio una gran sorpresa a todo el mundo ajedrecístico al enfrentar en 1982 a Garri Kaspárov, brindando una gran pelea pese a contar en ese momento con 53 años de edad más que el que luego sería uno de los más grandes campeón mundiales de todos los tiempos.
La fama de Najdorf provenía de varios logros personales como por ejemplo los 8 títulos nacionales que conquistó aquí en nuestro país , siendo hasta el presente un récord que aun no se ha batido, también se destacó en las partidas simultáneas a ciegas principalmente en una contra 45 tableros, exhibición desarrollada en Brasil ante veedores internacionales, allí ganó 39, empató 4 y perdió tan solo 2. Su memoria era prodigiosa.
Otra gran demostración de su don excepcional fue una exhibición de partidas simultáneas en la ciudad de Bahía Blanca (estas no eran a ciegas), se enfrentó a 222 tableros ganando 202, empatando 12 y perdiendo 8. En los círculos ajedrecísticos circulaba una anécdota que lo describía en su máxima expresión: el gran maestro entabla conversación en un viaje con otro pasajero, este último le mencionó que había participado en las simultáneas de Bahía Blanca, pero Najdorf no lo recordaba, sin embargo, le preguntó en que número de tablero estaba y de esa manera encontró en su mente la partida completa y el exacto momento en que le dio jaque mate.
Cuando tuve la gran suerte de verlo jugar en la confitería mencionada, lo hacía por dinero, le daba a cualquier oponente 7 minutos en el reloj y el colocaba tan solo 1 minuto en el propio, no le vi perder una sola partida mientras estuve observándolo.
Miguel Najdorf era polaco de origen judío, había nacido en Grodzisk Mazowiecki en 1910, Un amigo de su padre, violinista de la orquesta de Varsovia, lo inició en esto de los tableros y trebejos a la edad de 9 años y a sus 14 años conoció a Akiba Rubinstein y a Savielly Tartakower, extraordinarios ajedrecistas de aquellos tiempos con quienes aprendió y desarrolló su juego, a la edad de 20 años consiguió el título de maestro internacional. En 1936 defendió los colores polacos en las olimpíadas ajedrecísticas de aquel año, Polonia conquistó el segundo puesto y Miguel Najdorf consiguió la medalla de oro en su tablero. En ese equipo también jugaba Tartakower.
Cuando se desarrollaba en Buenos Aires otra olimpíada de ajedrez, en 1939, lo sorprendió el inicio de la segunda guerra mundial y como con el juego ciencia, analizó perfectamente la situación y su condición de judío, decidió quedarse en la Argentina y adoptar la nacionalidad, tal decisión le provocó una gran disputa con sus familiares, amigos y con la federación polaca de ajedrez, pero la decisión estaba tomada y jamás se arrepentiría.
Su mejor época ajedrecística se sitúa entre las décadas de 1940 y 1950 donde ganó 9 veces el muy importante torneo de Mar del Plata, en 1946 con tres puntos de ventaja sobre el segundo, el gran maestro sueco Gideon Ståhlberg. En esos años demostró ser lo suficientemente fuerte como para ser elegido para participar en el campeonato mundial de 1948 pero según se comentó, Mijaíl Botvínnik obstruyó su participación, quizás influenciado por la enorme derrota que Najdorf le había propinado un par de años antes en un gran torneo jugado en Groninga en los Países Bajos. Justamente Botvínnik ganó el campeonato mundial unos años después.
Representando a la Argentina también participó en varias olimpíadas destacándose el segundo puesto general obtenido por el equipo nacional en 1952 en Helsinki, Najdorf era el primer tablero, por supuesto.
Increíblemente, Najdorf fue uno de los pocos ajedrecistas profesionales que no tenía dedicación exclusiva, en la Argentina de aquellos años debió procurar su sustento de otra manera y se dedicó a la venta de seguros, eso no le impidió destacarse a nivel nacional e internacional aunque seguramente le restó posibilidades.
Su mayor puntaje ELO de 2635 puntos lo posiciona segundo en la lista de los primeros 50 ajedrecistas argentinos de todos los tiempos, solo siendo superado por Alan Pichot, nuestra joven promesa de 25 años quien posee un ELO de 2637 puntos, el segundo más alto de toda Latinoamérica.
Haber conocido y visto en acción al "viejo", como le decían cariñosamente, es un recuerdo que atesoro entre los más destacados de mi vida.
A Polish chess player in Argentina
When I frequented the basement of the Richmond confectionery to improve my knowledge and play speed chess, I had the opportunity to see several international and national grandmasters of that time in action. I remember Oscar Panno and Miguel Quinteros for example, but what I will never forget is having seen the unforgettable Miguel Najdorf, a living legend in those years.
He was already a big man back then, he was about 67 years old and semi-retired from competitions. I say "semi" because a few years before he participated in a match called "USSR vs. rest of the world” achieving a huge draw with the former world champion Mikhail Tal and a few years after seeing him in Richmond, he gave a great surprise to the entire chess world when he faced Garri Kasparov in 1982, offering a great fight despite having at that time 53 years older than what would later be one of the greatest world champions of all time.
Najdorf's fame came from several personal achievements, such as the 8 national titles he won here in our country, a record that has not been broken to date, he also excelled in blindfolded simultaneous games, mainly one against 45 boards. , exhibition developed in Brazil before international observers, there he won 39, tied 4, and lost only 2. His memory was prodigious.
Another great demonstration of his exceptional gift was an exhibition of simultaneous games in the city of Bahía Blanca (these were not blindfolded), he faced 222 boards, winning 202, drawing 12, and losing 8. An anecdote circulated in chess circles that told him described in its maximum expression: the grandmaster strikes up a conversation on a trip with another passenger, the latter mentioned that he had participated in the simulcasts in Bahía Blanca, but Najdorf did not remember it, however, he asked what board number he was on and In this way, he found in his mind the complete game and the exact moment in which he checkmated it.
When I was very lucky to see him play in the aforementioned confectionery, he did it for money, he gave any opponent 7 minutes on the clock and he placed only 1 minute in his own, I did not see him lose a single game while I was watching him.
Miguel Najdorf was a Pole of Jewish origin, he was born in Grodzisk Mazowiecki in 1910. A friend of his father, a violinist in the Warsaw orchestra, introduced him to playing the boards and chessmen at the age of 9, and at the age of 14, he met Akiba Rubinstein and Savielly Tartakower, extraordinary chess players of those times with whom he learned and developed his game, at the age of 20 he obtained the title of international master. In 1936 he defended the Polish colors in the chess Olympiads of that year, Poland won second place and Miguel Najdorf got the gold medal on his board. Tartakower also played on that team.
When another chess Olympiad was taking place in Buenos Aires, in 1939, he was surprised by the start of the Second World War and as with the science game, he perfectly analyzed the situation and his condition as a Jew, decided to stay in Argentina and adopt the nationality, Such a decision caused him a big dispute with his family, friends and with the Polish Chess Federation, but the decision was made and he would never regret it.
His best years are between the 1940s and 1950s, when he won the very important Mar del Plata tournament 9 times, in 1946 with a three-point advantage over the second, the great Swedish master Gideon Ståhlberg. In those years he proved to be strong enough to be chosen to participate in the 1948 world championship but according to what was said, Mikhail Botvínnik obstructed his participation, perhaps influenced by the enormous defeat that Najdorf had dealt him a couple of years before in a great tournament played in Groningen in the Netherlands. Botvinnik just won the world championship a few years later.
Representing Argentina, he also participated in several Olympics, highlighting the second overall position obtained by the national team in 1952 in Helsinki, Najdorf was the first board, of course.
Incredibly, Najdorf was one of the few professional chess players who did not have exclusive dedication, in the Argentina of those years he had to seek his livelihood in another way and dedicated himself to the sale of insurance, but that did not prevent him from standing out nationally and internationally, although surely He took away his chances.
His highest ELO score of 2635 points places him second in the list of the first 50 Argentine chess players of all time, only being surpassed by Alan Pichot, our young promise of 25 years who has an ELO of 2637 points, the second highest in all Latin America.
Having met and seen the "old man" in action, as he was affectionately called, is a memory that I cherish among the most outstanding of my life.
Héctor Gugliermo
@hosgug
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Wow amigo @hosgug. Tuviste razón al decir: "Haber conocido y visto en acción al "viejo" como le decían cariñosamente, es un recuerdo que atesoro entre los más destacados de mi vida."
Eso poco ocurre, pues a quienes les ha correspondido ese privilegio, no pudieron contarlo con tal certeza. La emoción es indescriptible, a veces ni nosotros mismos lo hemos creído. Solo personas que valoran lo que ven y estudian, tienen y tendrán la dicha de sentir esa particular emoción e ilusión. Sobre todo el orgullo que demuestras al contarlo.
Excelente descripción de un personaje que muchos no conocíamos y que gracias a ti y a la #web3, a través de "hive, permanecerá en la memoria del mundo. Saludos y cariños.😍
Muchas gracias querida amiga @numa26 !
Estas historias que cuento me hacen recordar el título de un famoso libro del poeta chileno Pablo Neruda "confieso que he vivido". Por supuesto sin querer hacer un paralelismo con uno de los más grandes de las letras hispanoamericanas, los años nos permiten presenciar hechos y acontecimientos que en su momento no son más que eso y quizás no le damos la real importancia que tienen, pero con el paso del tiempo algunos de ellos se convierten en hitos históricos y recién en ese instante descubrimos que estuvimos ahí.
Grande Najdorf! Es de mis jugadores favoritos en la historia del ajedrez. Que privilegio el que tuviste de haber podido presenciar su juego. Yo juego mucho la variante que lleva su nombre. A pesar de no haber sido campeón mundial hay que decir que tuvo una vida competitiva bastante brillante y siempre mantuvo un extraordinario ritmo. Sin duda Najdorf se ha ganado el salón de la fama del ajedrez
!PIZZA
Así es @vjap55, Najdorf fue el creador de una variante de la famosísima defensa siciliana que por supuesto lleva su nombre. La he jugado también.
Muchas gracias por tu aporte a la publicación.
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Wao la verdad es casi como leer un libro de historia del ajedrez está demasiado interesante de verdad
Muchas gracias @blas-training. Podría escribir muchas páginas sobre la Richmond y mis historias en ella, por supuesto haber conocido al "viejo" probablemente sea la más interesante de todas.
Lo que lamento es que la confitería cerró sus puertas hace algunos años y con ella dejo de existir su gran salón de ajedrez y billares. Hoy en día en ese lugar privilegiado hay una tienda de ropa perteneciente a una conocida cadena de ese rubro. Me da una tristeza enorme pasar por allí, solo quedan los recuerdos.