El Loco, El Rebelde, Darío Dubois | Más que Deporte

Cuando se disfruta es un deporte, cuando se convierte en un trabajo pasa a ser una empresa, y estoy hablando del Futbol, que más allá de esa mística de pasión y emoción que algunos tienen, hoy comprendo que para muchos no es más que un negocio, y como todo negocio tiene que generar ganancia, de otra manera no hay razón para disfrutarlo.

¿Quieres ver futbol bonito?, no está en Haaland y Mbappe, muy buenos jugadores sí, pero que detrás de la magia que tienen en la cancha están imágenes que cuestan miles de millones de dólares, hasta los botines que utilizan los utilizan por dinero, las celebraciones que se hacen virales y muestran los espónsor de sus camisetas, las declaraciones a la prensa, todo esto eclipsado por contratos con números exorbitantes; Pero el futbol bonito no murió, está ahí afuera en cada persona que patea un balón con la única intención de pasar el rato y divertirse.

A veces, olvidamos que quien porta la camiseta de algún equipo no es más que otra persona, un ser humano con sus ideas, sentimientos, días buenos y malos, otro ser humano, y entiendo que es difícil compararte con una persona cuando su último contrato es suficiente dinero para que tu familia viva unos 10 años, pero no deja de ser otra persona como tú y como yo.

De eso se trata «Más que Deporte» de traer esas historias de aquellas personas detrás de la camiseta, aquel ser humano que portaba la insignia del equipo, de como marcaron el deporte, el lado humano de estos que en un momento fueron figuras.

Darío Dubois debuto en 1994 en la Primera D (5.ª división), y en su carrera logró un total de 14 goles en 146 partidos, una cifra nada despreciable para un jugador que se desempeñaba como defensor

Compaginaba sus dos pasiones, el futbol de ascenso y el metal, mientras a su familia le decía que jugaba al futbol porque «pagan por hacer ejercicio» y que pretendía jugar hasta los cuarenta años, sus compañeros de la música decían que a Darío se le hacía bien amar ambas cosas, porque sabía que «En ninguna verá grandes cantidades de guita»

En otras entrevistas, con un tono de humor, Darío comentaba que su sueño era que un equipo de Primera B lo contratase y le ofreciese un sueldo de 2.000 pesos, para decirle a la directiva «No Chabón, con 800 pesos vivo tranquilo», y es que todos los que le conocieron sabían que Darío no jugaba al futbol por plata y su verdadero trabajo, con el que se ganaba la vida, era como técnico de audio en conciertos de Metal.

Dependiendo de a quien se le pregunte, podrán definirte a Darío como alguien complicado o combativo, y es que todas las historias sobre su persona, todas las entrevistas y sus actos, apuntan a un rebelde como pocas veces se vio en el futbol; Uno de sus actos más recordados es cuando Darío Dubois apareció por primera vez en la cancha con su rostro pintado de blanco y negro al más puro estilo de KISS, tras varios partidos le comentaba a la prensa «... pintarme la cara me da polenta (Brío), e incluso algunos rivales se asustan; igual no está prohibido» y fue diría que uno de sus actos más simbólicos, al punto de que la mayor autoridad del futbol Argentino, la AFA junto a la FIFA, en 1998 decidieron crear una reforma en el reglamento prohibiendo cualquier tipo de maquillaje o mascara facial que no sea con fines netamente médicos, reglamento que sigue vigente en la actualidad y que inicio por un loco en la Primera C de Argentina (4.ª división)

Lo que diré sin conocerlo puede malinterpretarse, pero ojalá y la rebeldía de Darío Dubois hubiese parado en esto, siento que quizás hoy estaría vivo siendo directivo de algún equipo del ascenso, ayudando a los jóvenes a tener esa pasión por el futbol que el tenía, sin embargo, entiendo que de haber frenado habría dejado de ser Darío Dubois, y esto derivo en que nunca parara de denunciar y quejarse con nombre y apellido, acusando y denunciando a esos que le hacían mal al deporte, la corrupción y malas prácticas del futbol.

Un buen día que quedará en el recuerdo de quienes lo vivieron, tras recibir una segunda amarilla sin sentido, el Árbitro del encuentro al sacar la tarjeta dejó caer un fajo de billetes con 1500 pesos, Darío los tomó cuenta la prensa que comenzó a correr mostrándole el dinero al público y todos los presentes, mientras el árbitro le perseguía y sus compañeros le gritaban «Pará Darío Pará»; Para que tengas dimensión de la cantidad de dinero, en esa época se cobraban 500 pesos mensuales, y eso hizo que Darío indignado le dijese al árbitro «Este es tu premio por echarme»

Darío para ese entonces ya tenía serios problemas disciplinarios con las directivas, por la falta de pago para él y sus compañeros, la falta de beneficios, incluso la falta de agua en los estadios donde tenía que competir, a pesar de cada vez encontrar más patrocinios en su camiseta; Darío llegó a jugar con el Sponsor de su camiseta tapado con cinta, también fue la primera vez que un acto de esta índole ocurría en el futbol, a la siguiente semana y después de una sanción de 5000 pesos para el club, Darío salió al campo con los patrocinantes en la camiseta y antes del pitazo inicial, tanto el cómo sus compañeros aprovechando el lodo del campo en pésimas condiciones en el que jugaban, mancharon el sponsor en su camiseta en un acto simbólico, la semana siguiente se eliminó la sanción monetaria y el patrocinante pagó lo adeudado al club.

En 2005 Darío tuvo una lesión con rotura de ligamentos, el club en el que jugaba Victoriano Arenas decidió no hacerse cargo a pesar de haber ocurrido en un partido, y esto obligó a que Darío Dubois se retirara del futbol luego de una operación con una recuperación que superaría el año fuera de las canchas; Intentó demandar a su club, pero la causa no prosperó, y sin embargo, Darío no paró y se convirtió en fanático del futbol de ascenso, denunciando, peleando y apoyando a todos los que fueron en su momento rivales y compañeros deportivos, al punto de convertirse en un referente del futbol de ascenso y comenzar los planes para formar un sindicato de jugadores.

No quiero acusar a nadie, pero para muchos quedará en la memoria que 3 años después, en 2008 cuando los rumores del sindicato del ascenso retumbaba en las oficinas de Grondona en la AFA y cuando más jugadores reconocían a Darío Dubois, una noche tras salir de su trabajo como técnico de Audio, dos personas le dispararon en piernas y estomago; Darío lucho por su vida en un hospital de La Matanza, no resistió y murió el jugador más rebelde que habría pisado una cancha Argentina.

La versión oficial acusa un robo, a pesar de que todas las pertenencias de Darío fueron entregadas a su familia, sus amigos cuentan que había recibido amenazas de antiguos dirigentes, y para más sospecha, la AFA prohibió actos de homenaje para Dario de forma oficial como minutos de silencio por no ser un jugador en activo.

Discuto siempre con mi padre sobre el futbol, porque él me recuerda constantemente que el futbol es el negocio de unos pocos y la pasión de muchos, pero las decisiones las toma el que más dinero pone en la mesa, yo soy más de los que piensa como Darío que el deporte es algo lindo y no se debe ensuciar con corrupción; La historia de Darío es otra de esas historias que sale de lo deportivo, que habla de todo aquello que rodea al espectáculo.

Y es que repitiendo mi frase, el futbol cuando se disfruta es un deporte, cuando se convierte en un trabajo pasa a ser un negocio, y como todo negocio debe dejar ganancia.

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Las imágenes fueron editadas por mi persona, a continuación podrán encontrar las fuentes de donde obtuve algunas de las imágenes utilizadas:

1 Teke Teke Della Penna2 Mundo ascenso
3 Collage Darío Dubois

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Me alegra leer la historia de Darío Dubois, no lo conocí, ni me acuerdo de él, pero me gustó su rebeldía y pasión por el fútbol. Revolucionó el fútbol y eso no se puede ocultar. Que la rebeldía, nos haga rebeldes un día, como aquel que fue Darío Dubois. Gracias por compartirlo. Saludos

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Magistral trabajo.

Mientras leía sobre la historia de Dario, que conocía, aunque no con la profundidad y las implicancias que mencionas, no pude menos que comparar ese aspecto oscuro y mezquino del fútbol con la política.

El fútbol un deporte que disfrutan y mantienen millones de personas alrededor del mundo para que solo unos pocos obtengan réditos económicos de ello. Y no me refiero a los jugadores quienes tuvieron la suerte de haber sido tocados por la varita mágica pero que deben poner esfuerzo, constancia, disciplina y sacrificio para llevarse la que se llevan. Me refiero específicamente a aquellos que ni siquiera saben cómo se infla una pelota y disfrutan de los beneficios económicos tanto o más que los que entregan todo en pocos años.

en la política ocurre algo parecido.

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Totalmente de acuerdo, algo que ejemplifica bien lo que dices es que con suerte, esfuerzo y talento, un jugador pasa solo unos 20 años en las canchas, mientras hay dirigentes que heredan el derecho a ser quien tome las decisiones y llevan 30 o más años viendo todo desde arriba. Creo que fuera de Argentina solo conozco a Inglaterra, como países donde los dirigentes deportivos, sin ser considerados políticos, hacen política con solo dar una declaración y por eso muchos paises como Mexico, Brasil y Alemania, tienen regulaciones estrictas para evitar que los dirigentes adquieran grandes cantidades de poder fuera de su club.

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Me llama la atención que menciones a Brasil porque si mal no recuerdo, Havelange fue presidente de la FIFA y luego de su renuncia dejó a la dupla más corrupta jamás vista al mando de ese organismo: Blatter y Grondona. El brasileño luego tuvo que dimitir como presidente honorario cuando se comprobaron varios hechos delictivos que lo involucraban directamente, sobornos quizás el más leve de todos los cargos que incluyeron tráfico de armas y drogas. Quizás esas regulaciones llegaron luego de ese "pequeño" problema?

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Interesante historia no la conocía pero conduerdo mucho con los actos de corrupción y el gran negocio que se volvió el deporte

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Es gracioso porque se esforzaron tanto en desaparecer su recuerdo, que no fue hasta la muerte de Grondona en Argentina, que los hinchas comenzaron a volver a pintar paredes y hablar de Darío.

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Las grandes corporaciones siempre haciendo bde las suyas

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