La épica de "Las Rodríguez"

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Adriana Rodríguez celebra/ Foto: Tomada de Mónica Ramirez

El miércoles 8 de agosto de 2019 Cuba tembló al constatar que Yorgelis Rodríguez perdía todas las opciones de revalidar su título del heptalón panamericano tras irse del salto de altura sin marcas válidas. Era, pese a su ausencia de la alta competición, la favorita al oro.

Su salida del concurso dio paso al protagonismo de un pelotón de atletas con similares opciones de coronarse; entre ellas Adriana Rodríguez.

Para este momento ya venía de correr unas buenas vallas que le dieron 1069 puntos gracias a los 13.37 segundos que registró. Seguidamente sumó 941 en el salto de altura (1.77m), 741 en la impulsión de la bala (13.21 metros) y 979 en la prueba de 200 metros (24.02 segundos) para finalizar segunda con acumulado parcial de 3730 puntos.

La fecha decisiva comenzó con dos faltas en su mejor prueba, el salto de longitud. Estaba contra la pared y aun así arriesgó, llegando justa a la tabla para estirarse hasta los 6.46 metros. Una marca que le dio 994 unidades. Lanzó entonces 33.59 metros con la jabalina, solo 545 puntos dejando la escena lista para unos 800 metros donde podría consumar la proeza. Corrió 2:18.49 minutos, lo mejor de su carrera y llegó a 6113 unidades, siendo inalcanzable para todas. Convirtiéndose, espectacularmente, en la campeona panamericana para mantener el título en casa.

«Ayer cuando vi que mi compañera Yorgelis no pudo seguir en competencia pensé yo tengo que ganar ese oro se tiene que quedar en Cuba» – declaró a JITJit-

Su actuación es memorable y habría que ponderarla, incluso, si no hubiera ganado el oro. Porque Adriana ha hecho el heptatlón de su vida, superándose (oficialmente poseía 6094 puntos) y eso es siempre lo más importante. Además, a sus 20 años se convierte en la tercera heptatleta cubana en subir a lo más alto del podio panamericano. Antes solo lo habían conseguido Magalys García (6290) en Winnipeg 1999 y Yorgelis (6332) en Toronto 2015.

Las heptalonistas de esta tierra nos han ido regalando actuaciones memorables. Todavía respiramos de manera entrecortada tras la hazaña de Marys Patterson en San Salvador, cuando tuvo que salir del grupo para recoger la bandera de esta isla, mientras Adriana se marchaba en una camilla. Gabino Arzola, el hombre que va detrás de las buena parte de estas escaladas de las pruebas múltiples cubanas, debería dormir tranquilo, aunque sé que no lo hace.

Hoy, cuando las Rodríguez libran sus propias batallas y no estarán en la justa panamericana me permito evocar sus hazañas como justa remembranza de sus actuaciones en la prueba más dura del atletismo. Gracias por la épica, chicas.



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