Los Dodgers siguen embalados [ES/EN]
Imagen generada con Canva AI y editada posteriormente en mi espacio de trabajo, fuente.Hola a todos los fieles del deporte. Tras una larga pausa por razones de trabajo, ayer jueves le dediqué un tiempo a ver un partido de Grandes Ligas y compartir mis impresiones del partido en esta gran comunidad. Sé que otros hivers como nuestro guía @fermionico han estado publicando regularmente, de modo que trataré de conectarme un poco más y complementar sus esfuerzos. Elegí el partido de los Dodgers contra los White Sox porque, a pesar del gran desbalance que encarna esta serie, podía ver jugar a jóvenes talentos cubanos que han impresionado a muchos como Andy Pagés (24, con los Dodgers) y Miguel Vargas (25, con los White Sox). Este último es hijo de Lázaro Vargas, un legendario jugador del equipo más ganador de nuestras Series Nacionales aquí en Cuba, Industriales.
Los Dodgers ahora mismo están que cortan, mientras que Chicago se mantiene víctima de un eterno sopor, tal parece que relegados de por vida a vivir en el sótano de la división central de la Liga Americana (solo los Rockies tienen peor rendimiento que ellos en todo el béisbol). Por Los Angeles abrió Dustin May, quien se gastó una buena faena, empañada —a mi juicio— por Roberts. Con un repertorio que comprende sinker, cutter, recta y el cada vez más famoso y omnipresente sweeper (él es quien más lo lanza en la Gran Carpa), dominó con mucha solvencia las dos primeras vueltas de la tanda de Chicago. Por el equipo de la Ciudad de los Vientos abrió Aaron Civale, también con buen arsenal, pero que no pudo hacerse justicia ante el ex Atlanta Freddie Freeman, que con Ohtani en primera por boleto le conectó fuerte doblete al jardín derecho sobre cutter que se le quedó arriba y adentro. 1-0 Dodgers.
En la segunda entrada May continuó perfecto mezclando su educado sweeper con una poderosa recta que se movía entre las 97 y las 99 MPH. Con una de estas ponchó a Vargas, cerrando este capítulo para él con 17 strikes en 21 lanzamientos. Civale soportó duro hit de Rushing pero en general salió ileso en ese segundo episodio. En el siguiente, May continuó colocando su sweeper donde quería y complementando con su recta, dejando la escena servida para un productivo inning ofensivo de los suyos en la parte baja. Ohtani obtuvo su segundo boleto y luego llegó hasta segunda base por mala gestión defensiva de los White Sox ante una conexión de Mookie Betts. Freeman volvió a responder, esta vez bateando para la banda contraria tras esperar pacientemente el aterrizaje de una curva de Civale. 3-0 LA. Luego vino Michael Conforto: 5-0 arriba Dodgers. A este temible bateador zurdo lo vi jugar en La Habana hace unos cuantos años ya, cuando vino con el equipo universitario estadounidense junto a otros jugadores que también llegaron al Big Show como Trea Turner y Kris Bryant.
ENGLISH VERSION
Hello to all faithful sports fans. After a long break due to work commitments, yesterday, Thursday, I finally had the chance to watch a Major League Baseball game and share my impressions with this great community. I know that other Hivers, like our guide @fermionico, have been posting regularly, so I’ll try to connect more often and complement their efforts. I chose the Dodgers vs. White Sox game because, despite the major mismatch in this series, I could watch some young Cuban talents who have impressed many, such as Andy Pagés (24, with the Dodgers) and Miguel Vargas (25, with the White Sox). The latter is the son of Lázaro Vargas, a legendary player from the winningest team in our National Series, Industriales.
The Dodgers are on fire right now, while Chicago remains trapped in a state of perpetual slumber, seemingly relegated for life to the basement of the American League Central (only the Rockies have a worse performance across all of baseball). For the boys in blue, Dustin May took the mound. He delivered a solid outing, which in my opinion was slightly marred by manager Roberts’ stubbornness in keeping him on the mound too long. Armed with a sinker, cutter, fastball, and the now-famous and ubiquitous sweeper (he throws it more than anyone else in the game), he dominated the first two trips through Chicago's lineup with ease. For the Windy City team, Aaron Civale started the game. He had a good arsenal too, but couldn't hold his ground against former Atlanta star Freddie Freeman, who—after Ohtani got on base with a walk—ripped a powerful double to right field off a cutter that stayed up and in. 1–0 Dodgers.
In the second inning, May stayed perfect, mixing his sharp sweeper with a blazing fastball clocking in between 97 and 99 MPH. One of those struck out Vargas, closing that inning with 17 strikes out of 21 pitches. Civale gave up a hard hit to Rushing but otherwise got out of the frame unscathed. In the following inning, May continued to locate his sweeper at will and complemented it with his heater, setting the stage for a productive offensive frame for his team in the bottom half. Ohtani drew his second walk and advanced to second on a defensive miscue by the White Sox on a Mookie Betts grounder. Freeman delivered again, this time going opposite field after patiently waiting on a curveball from Civale. 3–0 LA. Then came Conforto, 5–0 LA. I saw this dangerous lefty hitter play years ago in Havana when he came with the U.S. college national team, along with others who later made it to the Big Show too like Trea Turner and Kris Bryant.
Clear the bases, Freddie! pic.twitter.com/LECnb4gpe0
— Los Angeles Dodgers (@Dodgers) July 4, 2025
En el inicio de la segunda vuelta del line-up de Chicago, Dustin May se mantuvo lanzando en modo Premium, mientras que Civale tampoco tuvo problemas en la cuarta entrada. Lo que vino después de parte del nacido en Justin, Texas, merece ser reseñado. Aunque su comando dio muestras de comenzar a fallar ante Vargas, abusó literalmente de Kyle Teel con sendos sweepers adentro y afuera. Al venezolano Sosa le recetó un contraste mortal de lanzamientos: sweeper en el cuadro, recta de 99 MPH, y otro sweeper inalcanzable para liquidarlo. Lo más importante en la parte baja del quinto para LA fue el hit número mil del dominicano Teoscar Hernández. Milestone.
En la sexta arriba, Baldwin despertó a May del sueño del juego perfecto, en tanto Tauchman realizó la primera conexión importante contra un sweeper del texano con fuerte hit al RF pifiado por Hernández. No obstante, con la ayuda del umpire May logró salir adelante con su noveno ponche de la noche en la costa oeste. Ya en la parte baja, el zurdo Tyler Gilbert relevó a Civale y no desentonó mucho amén de que permitió un buen hit cortesía de Edman.
ENGLISH VERSION
As the second trip through the Chicago lineup began, Dustin May kept pitching in Premium Mode, while Civale also had no trouble in the fourth inning. What came next from the Justin, Texas native deserves to be highlighted. Although his command began to show signs of slipping against Vargas, he outright dominated Kyle Teel with back-to-back sweepers inside and outside. He then served Sosa a lethal contrast of pitches: a sweeper in the zone, a 99 MPH fastball, and another unreachable sweeper to finish him off. The most notable moment in the bottom of the fifth for LA was Dominican slugger Teoscar Hernández’s 1,000th career hit. Milestone.
In the top of the sixth, Baldwin snapped May’s flirtation with a perfect game, and Tauchman followed with the first solid connection off one of May’s sweepers—a hard hit to right field misplayed by Hernández. Still, with some help from the umpire, May managed to escape the jam with his ninth strikeout of the night on the West Coast. Lefty Tyler Gilbert came in to relieve Civale and didn’t look out of place, despite giving up a solid hit to Edman in the bottom half.
Congratulations Teoscar on 1,000 career hits! pic.twitter.com/3mWri6ybqP
— Los Angeles Dodgers (@Dodgers) July 4, 2025
En el último tercio del partido, el rendimiento de May continuó declinando, de lo que rinde cuenta el primer boleto que concedió cuando se aproximaba a los 75 envíos. Gilbert, por su parte, salió bien del duro escollo que supone enfrentar a Ohtani, pero en Los Angeles no puedes respirar: le sirvió una golosina en forma de splitter a Mookie Betts, que no lo perdonó. Luego ponchó a Freeman para ser relevado por Dan Altavilla, quien cumplió enfrentando a Teoscar. Roberts insistió con May en la octava, pero Baldwin parece que había hecho los deberes y le pegó un soberano cuadrangular de dos carreras entre right y center. Creo que May salió "golpeado" sin ninguna necesidad de este partido.
Su relevo Scott no entró bien: hirió a Tauchman, otorgó un libre pasaporte y también lanzó un wild pitch, pero terminó metiendo el brazo ante Benintendi y Vargas, que no pudieron rentabilizar el momento clutch del partido para Chicago. Altavilla pasó fácil el trámite de la parte baja del octavo, en tanto Kirby Yates , con sus dañinas rectas de 92-93 MPH, difuminó todas las aspiraciones de los extraviados visitantes de la división central americana. Así, los Dodgers amanecen con balance de 56 victorias y 32 derrotas, el mejor de todo el béisbol, y racha imparable de 9-1 en los últimos diez partidos. Oficialmente encendidos.
ENGLISH VERSION
In the final third of the game, May’s performance continued to decline, evidenced by the first walk he issued as he approached the 75-pitch mark. Gilbert, for his part, successfully navigated the tough challenge of facing Ohtani, but in Los Angeles, there’s no room to breathe—he served up a cookie of a splitter to Mookie Betts, who didn’t miss. He then struck out Freeman before being relieved by Dan Altavilla, who got the job done against Teoscar. Baldwin, it seems, had done his homework on May—remember, he had already broken up the perfect game—, and this time launched a majestic two-run homer off him, which I blame on Roberts. May left the game battered, and unnecessarily so.
His reliever, Scott, didn’t start well: he hit Tauchman, issued a free pass, and threw a wild pitch, but then bore down and shut the door on Benintendi and Vargas, who couldn’t capitalize on the clutch opportunity for Chicago. Altavilla handled the bottom of the eighth with ease, while Kirby Yates, with his nasty 92–93 MPH fastballs, snuffed out any lingering hopes from the lost souls of the AL Central. And so, the Dodgers wake up with a 56–32 record, the best in all of baseball, and an unstoppable 9–1 run in their last ten games. Officially on fire.
Mookie magic!
— Los Angeles Dodgers (@Dodgers) July 4, 2025
Dodgers x @FlyANA_official pic.twitter.com/1i7Q0XhBvZ
