Recordando a Marvin Maravilla Hagler. Hace un poco más de 4 años, nos dejó físicamente un boxeador que fue ícono en el ring; un tipo que no le temía a nada y en cada uno de sus combates siempre iba de frente. No era un boxeador que daba vueltas en el ring y no le importaba recibir golpes, porque en todo momento estaba bien plantado. Hablamos del fabuloso Marvin Maravilla Hagler, quien ciertamente fue uno de los grandes; pero sus inicios no fueron tan sencillos, porque tuvo que luchar batallas explosivas tanto en el ring, como fuera de él. Hablar de este boxeador resulta fascinante; es una leyenda que enviaba golpes destructores y como dije antes, lo que me encantaba era su determinación y la intensidad mostrada en cada combate.

Hoy como cada día será muy especial recordarlo; porque tendré la oportunidad de expresar mi opinión en base a sus inicios, primer campeonato, peleas más explosivas, record, sus duros entrenamientos y esa polémica pelea que lo llevó a abandonar de forma definitiva el ring y a colgar sus guantes para avanzar a nuevas etapas en su vida. Definitivamente; fue una persona con mucha disciplina, hambre de victoria y cabeza fría por siempre llegar a ser el mejor; el ring el campo de batalla; y es allí donde debía desatar todo su poder y atacar con su gran artillería. Vamos a disfrutar de este grandioso recorrido, porque este amigo se lo merece; honor al rey del peso medio.

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Para mi; Hagler siempre ha sido y será digno de mi admiración, desde pequeño he seguido su dura carrera y aunque sabemos que antes de ser campeón, vivió varios combates; vamos a enfocarnos en esa victoria obtenida en 1980, cuando se coronó Campeón de Peso Mediano al derrotar por KO técnico a Alan Minter. Aquí demostró lo que valía y no dejó dudas al respecto para que el público que estaba en contra de él, se diera cuenta que estaban en presencia de todo un campeón que no le daba tregua a sus oponentes. Ya era Campeón; pero eso apenas comenzaba, porque tendría que defender su título en varias oportunidades; sino me equivoco lo defendió 12 veces desde 1980 al 87, ganando 11 veces por KO; puro poder, golpes de destrucción.

A partir de allí; sus golpes eran ley logrando un record de 67 peleas distribuidas de la siguiente manera; 62 triunfos, de los cuales 52 fueron por la vía rápida y 10 por decisión; sufrió 3 derrotas y 2 empates. Debemos recordar que Marvin jamás perdió por nocaut. De verdad que fue una carrera magistral, digno de un duro del boxeo y para mí el mejor peso medio de la historia. Y lo mejor de todo; es que cada oponente que enfrentaba era de calidad, no habían paracaidistas y cada uno de ellos sintieron sus golpes demoledores; golpes que podrían eliminar a cualquier rival en cualquier instante.

Desde mi punto de vista; el Maravilla Hagler protagonizó guerras sobre el ring; pero de forma particular, una de esas guerras fue la que me impacto en demasía. La misma tuvo lugar en 1985; cuando el Maravilla debía defender su título ante Thomas Hitman Hearns. Recuerdo haber visto esta pelea y fue la verdadera guerra; el primer asalto fue de locura y creo yo que ha resultado ser el más explosivo de la historia. Golpe tras golpe, la cabeza de Hearns era prácticamente una pera de boxeo y fue en el asalto número 3 cuando Hagler castigó a su rival con más furia y este se desplomó. Otra defensa positiva para el Maravilla y Thomas era sacado en brazos, mientras el campeón celebraba.

Pero eso no fue todo; porque si bien es cierto que la pelea con Thomas fue en 1985, también recuerdo la de 1983 contra Roberto Mano de Pierda Durán. Una pelea donde Marvin no solo debía contar con sus golpes, sino que también debía pensar mucho y poner en práctica estrategias específicas para adaptarse al momento y obtener la victoria. Aquí; el Maravilla demostró que, además de sus puños, también se puede usar el cerebro para ganar así sea por decisión; victoria es victoria. Ciertamente; el campeón cuando subía al ring, tenía una misión que cumplir, la de ganar a toda costa, siempre con la frente en alto y jamás decaer emocionalmente frente a ningún oponente; esa característica de dureza era la que me encantaba, porque siempre era una piedra tanto física, como mentalmente hablando.

Otro punto a tratar en este reconocimiento a Hagler era su entrenamiento; este aspecto siempre me llamó la atención, porque me hacía recordar a Rocky Balboa cuando entrenaba. Marvin siempre se alejada de todo y de todos para tener concentración pura; su objetivo era la de fortalecer su tren inferior para siempre estar bien plantado en cada pelea; de hecho nadie pudo derribarlo, sus piernas eran como un ancla imposible de mover; claro está, que también tenía que reforzar sus golpes y su técnica; para ello lo hacía en el gimnasio. Ahora; Marvin podía correr kilómetros y kilómetros para obtener una condición física de locura; este tipo podía estar una pelea entera tirando golpes y al final sentirse fresco como una lechuga. Todo este trabajo, toda esta soledad, rindieron sus frutos y se demostraron a lo largo de sus 67 combates.

Sin embargo; como todo inicio tiene su final, en 1987 se llevaría a cabo el combate contra Sugar Ray Leonard. Todos conocíamos a Sugar y sabemos que era un boxeador super rápido, bailaba en el ring y hacía que sus oponentes se volvieran locos hasta perder la concentración. De hecho; en ciertas ocasiones Marvin se sentía como confundido, pero siempre iba hacia adelante. Yo ví esa pelea y para mí Hagler fue el ganador; pero al final perdió por decisión dividida, llevando esta pelea a una incertidumbre total, a Marvin le habían quitado el combate, el quería una revancha pero todo fue una negativa por parte de Sugar. A partir de ese momento, ví a mi ídolo retirarse, colgar los guantes y avanzar hacia nuevos rumbos. Hasta que en marzo del 2021 le dimos un adiós definitivo al gran peso medio de la historia Marvin Maravilla Hagler; tu legado siempre será recordado y aquí te rendimos homenaje, saludos y nos vemos pronto.

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