La temporada pasada registró la mayor saturación competitiva, y sus efectos fueron notables, según el informe anual sobre lesiones en el fútbol europeo presentado ayer por la aseguradora Howden: "El Mundial de Qatar resultó en un aumento significativo en la gravedad de las lesiones de los futbolistas de las cinco grandes ligas europeas". Mientras que las lesiones previas al Mundial dejaban a los jugadores con una media de 11.35 días fuera de juego, las lesiones posteriores a este aumentaron a 19.41 días. La aseguradora estima que el costo de las lesiones en las cinco grandes ligas aumentó casi un 30%, pasando de los 553.62 millones de euros en la temporada 2021/22 a los 704.89 millones en la 2022/23. Aunque el número de lesiones se mantuvo constante alrededor de las 4,000, estas fueron más graves.

Son cifras sumamente preocupantes, no por el aspecto económico o el impacto en lo deportivo para los clubes, dichas variables pasan a segundo plano cuando recordamos que el futbolista en su condición de atleta, puede parecernos una máquina, pero no lo es y hasta las máquinas requieren de descanso y mantenimiento para prolongar su vida útil y mantener su funcionamiento óptimo. FIFPRO nos advierte sobre lo que nos depara el nuevo calendario para la temporada 2024/25, con la implementación de los nuevos formatos de la Champions y el Mundial de Clubes. Los finalistas de la Copa de Campeones de Europa, por ejemplo, pasarán de disputar 13 partidos a tener que jugar 17, y el torneo de la FIFA crecerá de siete a 32 equipos, con la posibilidad de hasta siete choques para los equipos que lleguen a la final. El sindicato señala que esto plantea una amenaza al bienestar de los jugadores, quienes ya se encuentran al límite con el calendario actual. Aunque, cabe mencionar que en 2025 se reducirán los compromisos de clasificación para el siguiente Mundial, dicha reducción se antoja insuficiente.

Este panorama ha tenido consecuencias palpables; por ejemplo, Vinicius, con tan solo 20 años, ha acumulado 6,110 minutos como profesional, cuatro veces más que los 1,549 de Ronaldinho a esa misma edad. Bellingham ha registrado 14,445 minutos, un 31% más que los 10,989 de Rooney, otro talento inglés que debutó muy joven. Pedri, con 10,573 minutos, ha superado en un 25% los 8,449 de Xavi a la misma edad. Gavi, aún con 19 años, ya acumula 9,470 minutos, superando la marca de su entrenador cuando tenía 20 años. Cifras de locura que no hacen más que aumentar el riesgo de desgaste y, por ende, traer consigo lesiones, y todo empeora si consideramos el considerable aumento al tiempo agregado; en estos últimos cinco años los partidos también son alrededor de un 5% más largos a causa del aumento del tiempo de juego añadido por los colegiados. Las obligaciones de la profesión y la voracidad del ritmo que también impone la pasión y ese apetito de competir a nivel selección complica mucho el poder curar el implacable “Virus FIFA”.