¡Un saludo a todos los usuarios de Hive y a los atletas de la SWC! Espero que estén disfrutando de un excelente día. En esta ocasión, quiero compartir con ustedes una tarde de entrenamiento donde la calistenia se fusionó con el arte de la naturaleza. ¡Espero que les guste!

Apreciados lectores, la tarde transcurría en nuestro habitual parque de barras, y el sol, como un artista inigualable, comenzaba a pintar el cielo de tonalidades amarillas y anaranjadas. Era uno de esos atardeceres que mi ciudad suele regalarnos, creando una atmósfera mágica que invita a la concentración y a la inspiración en cada movimiento. La energía del ambiente era perfecta para una sesión.

Mientras me encontraba inmerso en mi rutina, aprovechando la calidad de la luz y la belleza del momento, no pude evitar pensar en la oportunidad de capturar la esencia de este deporte junto con el espectáculo natural. Le pedí a una amiga que me acompañaba, y que también comparte nuestra pasión, que me hiciera el favor de tomarme algunas fotografías. Quería inmortalizar mis intentos de Straddle Planche con el atardecer de fondo, creando una imagen que combinara fuerza, equilibrio y la majestuosidad del cielo.

Me concentré en cada hold de Straddle Planche, sintiendo la tensión en mis hombros y core, mientras mi amiga buscaba los ángulos perfectos para capturar el momento. La idea era que las fotos no solo mostraran el ejercicio, sino que también transmitieran la belleza y la tranquilidad que se sentían en ese instante. Cada segundo en la posición era un esfuerzo, pero el pensamiento de la foto final me motivaba a mantener la forma impecable.

Para finalizar mi sesión de entrenamiento y aprovechar la última luz del día, decidí cambiar el enfoque y realizar varios holds de Handstand. Trabajar la parada de manos al final de una rutina es excelente para la propiocepción y para calmar el cuerpo después de los ejercicios más dinámicos o de fuerza. Me enfoqué en la alineación perfecta, los brazos bloqueados y la estabilidad, buscando el equilibrio contra el cielo que se desvanecía.

Fue una tarde de entrenamiento sumamente gratificante, donde la exigencia física se mezcló con la belleza visual. La combinación de la Straddle Planche y los holds de Handstand bajo un atardecer tan espectacular hizo de esta sesión algo verdaderamente especial. Las fotos, estoy seguro, serán un hermoso recuerdo de ese momento de fuerza y armonía.

Sin más que agregar me despido, estén atentos a los próximos post ¡Hasta la Próxima!