[ESP/ENG] Argentina con un arquero extraordinario y Messi inspirado accede a la final de la Copa América. / Argentina, with an extraordinary goalkeeper and an inspired Messi, reaches the final of the Copa América.

Argentina sufre y pasa por penales a la final de la Copa América contra Brasil. / Argentina suffers and goes through on penalties to the final of the Copa América against Brazil.

Se dice que en los penales hay un cincuenta por ciento de fortuna o de mala suerte depende del punto de vista que se mire esta afirmación.

Tal vez porque una mitad se atribuya a la posibilidad del arquero de atajarlo y la otra mitad a la posibilidad del ejecutor de convertirlo en gol.

Y eso se cumple en la mayor parte de los casos. Y que en estos últimos días hemos visto ya sea en la Copa América que en la Eurcopa.

Penales malogrados, mal pateados y fáciles de atajar para los arqueros son algunas de las alternativas.

Argentina accedió a la final de la Copa América contra Brasil por penales. Hastra acá no hay nada de extraordinario. Es la primera vez que lo hace en esta Copa América 2021.

Sin embargo lo destacable es que la propensión del arquero argentino Emiliano Martínez a atajarlos.

Hay arqueros "penaleros" que tienen una intuición especial. Se tiran bien, no quedan "fuera de la foto" (alusión futbolística cuando el arquero se tira para un lado y la pelota va para el otro) y son una constante amenaza para los ejecutantes. Sergio Goicoechea en Argentina fue un ejemplo recurrente.

Y lo notable, fortuna aparte, es que en los tres penales atajados ayer Martínez ataja los penales con las manos rechazando perfectamente el balón. Sabiendo adonde va. No dando ni siquiera rebote. Seguridad total. No es el clásico ejemplo del balón que rebota en su cuerpo y sale para cualquier lado.

Y por si fuera poco los dos penales que le convirtieron (de un total de cinco) fue por poco. Muy bien ejecutados el primero (Cuadrado) pasó por encima de sus manos, muy potente. Y el restante (Borja) a quemarropa al centro del arco también falló por poco.

Hecha esta introducción "penalera" paso a contarles mi impresión de lo que esta final, un poco deslucida entre Argentina y Colombia definida por penales después de terminar empatados 1 a 1 al cabo de los noventa minutos.

Mucha lucha y poca claridad, en la imagen Juan Cuadrado de Colombia y Nico González de Argentina. / A lot of struggle and little clarity, in the picture Juan Cuadrado of Colombia and Nico González of Argentina.

El partido.

Argentina y Colombia son dos seleccionados que se caracterizan por el buen juego, por la calidad excelsa de algunos de sus jugadores, y todo esto hacía presagiar un encuentro jugado a un gran nivel.

Sin embargo todos pudimos ver un encuentro con muchos roces y juego brusco donde Colombia ejerció una presión alta, asfixiante a la cuál Argentina nunca le pudo encontrar una solución, a excepción de los primeros quince minutos del partido (en este período Argentina convirtió el gol) y los últimos quince minutos (con el ingreso de De Marìa fundamental en estos últimos encuentros y Paredes)

Las estadísticas señalan un récord en materia de faltas cometidas: fue el partido de la Copa América con más infracciones: cuarenta y siete. No es récord para ufanarse exactamente.

Si el pressing no se ejerce en modo justo y controlado termina por convertirse en infracción. Y esa fue la constante del partido. Una falta cada 1,91 minuto. Casi cada dos minutos era cometida una infracción. 27 para Colombia y 20 para Argentina.

Un comienzo electrizante para los dirigidos por Scaloni. Buen juego y pases rápidos entre líneas, uno de los cuáles ejecutado en forma exquisita por Lo Celso encontró a Messi dentro del área, regateo, toque de primera para Lautaro Martánez y 1 a 0 para Argentina.

Un destello de calidad y fútbol buen jugado que se prolongó por algunos pocos minutos. Un fuego de paja que se terminó por apagar en seguida.

Y a partir de ese momento Colombia comenzó a atacar. Con un Luis Díaz imparable, el mejor jugador del partido y autor del empate en el segundo tiempo.

Que volvió locos a los laterales argentinos por la derecha. Primero Nahuel Molina substituído por Montiel en el segundo tiempo. Ambos debieron sufrirlo sin poder contenerlo. Y de una acción por ese lado vino el empate con una definición exquisita del delantero colombiano.

En el segundo tiempo el ténico colombiano Rueda reacomodó las piezas haciendo tres cambios simultáneos y Colombia comenzó a inclinar la balanza.

Siempre con decisión, fuerza y pressing, a veces hasta el límite de la rudeza (Messi jugó casi todo el segundo tiempo con el tobillo sangrando producto de una fuerte infracción de Fabbra) y con árbitro que en su intención de tener el control del juego con riendas cortas pitaba continuamente por un lado pero por el otro mostraba muy pocas tarjetas amarillas. Bastante menos de las que los jugadores hubieran merecido. Incluso alguna roja por acumulación de faltas.

Los últimos quince minutos del encuentro mostraron lo mejor de ambos seleccionados. Votados ambos al ataque demostraron que, cuando quieren, saber jugar muy bien.

Lástima que se acordaron un poco tarde. Cuando ya no quedaba más tiempo y la única via eran los penales.

Claro ninguno pensaba y mucho menos sabía que Emiliano Martínez atajaría en forma brillante tres de ellos y le daría el pase a Argentina a la final. Donde la espera Brasil, otro equipo que sin necesidad de llegar a los penales, tampoco ha mostrado todo lo que sabe y fue superado por un entusiasta Perú en el segundo tiempo.

Tal vez sea la final lógica, de las dos selecciones más poderosas de Sudamérica. Sin embargo, hasta el presente, ambas han quedado en deduda desde el punto de vista de la calidad del juego.

La final puede ser una buena oportunidad para rehabilitarse.

It is said that in penalties there is a fifty percent of fortune or bad luck, depending on the point of view from which this statement is viewed.

Perhaps because one half is attributed to the goalkeeper's chance to save it and the other half to the penalty taker's chance to convert it into a goal.

And that is true in most cases. And we have seen it in the last few days, both in the Copa America and in the European Championship.

Missed penalties, badly kicked and easy to save for the goalkeepers are some of the alternatives.

Argentina reached the final of the Copa America against Brazil on penalties. There is nothing extraordinary here. It is the first time it does so in this Copa America 2021.

However, what is remarkable is the propensity of the Argentine goalkeeper Emiliano Martinez to save them.

There are "penalty" goalkeepers who have a special intuition. They shoot well, they do not stay "out of the picture" (a soccer allusion when the goalkeeper dives to one side and the ball goes to the other) and they are a constant threat for the goalkeepers. Sergio Goicoechea in Argentina was a recurring example.

And the remarkable thing, fortune aside, is that in the three penalties saved yesterday, Martinez saved the penalties with his hands, perfectly rejecting the ball. Knowing where it is going. Not even giving a rebound. Total security. He is not the classic example of the ball bouncing off his body and going anywhere.

And if that wasn't enough, the two penalties that were converted (out of a total of five) were very close. The first one (Cuadrado) went over his hands, very powerful. And the remaining one (Borja) at close range to the center of the goal also missed the target.

Having made this "penalty" introduction, I will now tell you my impression of this final, a bit lackluster between Argentina and Colombia defined by penalties after finishing tied 1-1 at the end of the ninety minutes.

The match.

Las constantes infracciones -una cada dos minutos- fueron la constante del encutro en Argentina y Colombia. / Constant infringements -one every two minutes- were the constant feature of the match between Argentina and Colombia

Argentina and Colombia are two national teams that are characterized by good play, by the excellent quality of some of their players, and all this suggested a match played at a high level.

However, we all saw a match with a lot of friction and rough play where Colombia exerted a high, suffocating pressure to which Argentina could never find a solution, except for the first fifteen minutes of the match (in this period Argentina scored the goal) and the last fifteen minutes (with the entry of De Marìa, fundamental in these last matches, and Paredes).

The statistics show a record in terms of fouls committed: it was the Copa América match with the most fouls committed: forty-seven. Not exactly a record to boast about.

If pressing is not exercised in a fair and controlled way, it ends up becoming an infringement. And that was the constant of the match. A foul every 1.91 minutes. Almost every two minutes a foul was committed. 27 for Colombia and 20 for Argentina.

An electrifying start for Scaloni's team. Good play and quick passes between lines, one of which executed exquisitely by Lo Celso found Messi inside the area, dribbling, first touch for Lautaro Martánez and 1-0 for Argentina.

A flash of quality and well-played soccer that lasted for a few minutes. A fire of straw that ended up being extinguished immediately.

And from that moment on, Colombia started to attack. With an unstoppable Luis Diaz, the best player of the match and author of the equalizer in the second half.

He drove the Argentinian fullbacks crazy on the right. First Nahuel Molina substituted by Montiel in the second half. Both had to suffer it without being able to contain it. And from an action on that side came the tie with an exquisite definition of the Colombian striker.

In the second half, Colombian coach Rueda rearranged the pieces by making three simultaneous changes and Colombia began to tilt the balance.

Always with decision, strength and pressing, sometimes to the limit of rudeness (Messi played almost all the second half with a bleeding ankle as a result of a strong infringement by Fabbra) and with a referee who, in his intention to have control of the game with short reins, whistled continuously on one side but on the other showed very few yellow cards. Far fewer than the players would have deserved. Even some red cards for accumulation of fouls.

The last fifteen minutes of the match showed the best of both teams. Both players showed that, when they want to, they know how to play very well.

It's a pity that they remembered a little late. When there was no more time left and the only way was penalties.

Of course, nobody thought and even less knew that Emiliano Martinez would brilliantly save three of them and give Argentina the pass to the final. Brazil, another team that did not need to go to penalties, has not shown all it knows and was beaten by an enthusiastic Peru in the second half, is waiting for them.

It is perhaps the logical final of the two most powerful teams in South America. However, so far, both have been in doubt from the point of view of the quality of play.

The final could be a good opportunity to rehabilitate themselves.

Todo el plantel argentino festeja luego del último penal atajado por el arquero Martínez a Cardona. / The entire Argentine squad celebrates after the last penalty saved by goalkeeper Martinez from Cardona.

Traducción efectuada con / Translated with: DeepL Translator

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