Los tres primeros | Opinión |
Fotografía original de la Vinotinto
Luego de las dolorosas, e irritantes, tres primeras fechas Venezuela celebra que la Vinotinto encontró en el Olímpico de la UCV su bastión ante Chile y los dirigidos por José Peseiro consiguieron, finalmente, los tres primeros puntos en las Eliminatorias.
Peseiro es, sin dudas, el gran responsable de esta efímera y satisfactoria victoria. Hay que reconocerlo, así como en su momento también se le criticó. La mejoría en el desempeño del equipo se notó desde el partido ante Brasil, algunos no quisieron verlo, pero ahí estaba.
Aquella vez mencioné que faltó definir, que la Vinotinto no tenía gol y que, sin desdibujar el compacto estilo defensivo demostrado contra Brasil, debía ir con mayor propuesta ofensiva contra la albirroja. Eso ocurrió, y de qué forma: catorce disparos al arco, cinco de ellos entre los tres palos, de los cuales cuatro fueron ocasiones claras de gol. Tratándose de una Venezuela que ha sufrido por llegar al área rival en múltiples ocasiones, es una cifra bastante buena.
Los goles también son buenos, y esta vez cayeron por duplicado. Un sorpresivo Luis Mago y un no tan sorpresivo Salomón Rondón bastaron para alcanzar las tres unidades. Se lee fácil y fácil no fue, en lo absoluto. Por fin salimos de la novena posición maldita (Venezuela estuvo por veintiún fechas ahí, contando la eliminatoria pasada) y podemos pensar en seguir subiendo en la tabla porque se ganó un partido que en los papeles era complicadísimo, y en el terreno lo fue aún más, principalmente por las bajas sufridas en la jornada anterior.
Fotografía original de la Vinotinto
El relevo toca la puerta
Lo que señalo en el entretítulo, y quiero aclarar que es mi exclusiva opinión,fue lo más resaltante. ¿Por qué? Porque Venezuela inició sin dos de sus referentes, Roberto Rosales, histórico de la selección por el carril derecho, y Tomás Rincón, dueño del mediocampo y capitán desde el día que Juan Arango colgó los botines; eso sembró "dudas" sobre quiénes aparecerían como variantes y, los más importante, cómo se desempeñarían ante Chile. Yangel Herrera (veintidós años), Junior Moreno (veintiséis) y Cristian Cásseres Jr (veinte) con buen fútbol disiparon las dudas de la zona medular del campo, Alexander González hizo lo propio en el lateral, con aciertos y desaciertos, hay que decir.
Moreno cumplió la silenciosa labor de cortar juego rival, pelear cada balón y ceder la pelota a sus compañeros de posición, encargados de hacer jugar a la selección. Cásseres acompañó en este trabajo, más cercano a la banda izquierda para colaborar en el traslado con Darwin Machís quien, jugando en su posición natural, fue pieza clave en el ataque.
Herrera tuvo la nota alta, quizá la más alta entre todos; me quedaría corto al decir que jamás vi a un mediocampista moderno tan completo en Venezuela. Recorrió todo el campo, creó juego y cortó ocasiones para el rival por noventa minutos con una entereza física excepcional.
Para hacerse una idea de su desempeño, y cómo se amoldaron al esquema táctico del entrenador portugués, pueden ver este mapa de calor de los mediocampistas vinotintos en el cotejo, cortesía de SofaScore, donde denota la zona del campo ocupado por cada uno:
Sin menospreciar a Rincón y Rosales, su ausencia no se sintió. Con Rosales no lo tengo tan claro, en cambio estoy convencido de que el capitán aún es necesario para la Vinotinto, quizá en una posición más como recuperador que de creador de juego, sin embargo la generación del relevo ya tocó la puerta con fuerza, y el tiempo de cambios es irreversible.
Aún falta mejorar
Todo el equipo venezolano jugó un gran partido, a pesar de ello hay detalles que saltaron a la vista y que, al menos para un servidor, son preocupantes.
La Vinotinto sufrió principalmente en la posesión del balón; no puedes ceder el control de la esférica por tanto tiempo, menos tratándose de un equipo con nombres tan resaltantes en la ofensiva como el de Chile.
Fue precisamente en la posesión, además de la virtud individual de un jugador de talla mundial como Arturo Vidal, que la visita encontró el camino al empate apenas seis minutos después de que Venezuela aventajó. Aún enfrentándose al hecho de que Venezuela atacó más, Chile tuvo el sesenta y cinco por ciento de la posesión, un número demasiado elevado y que, seguramente, otro competidor podría aprovechar mejor.
De aquí a marzo
Por fortuna las Eliminatorias llegaron al punto de descanso, y digo "fortuna" porque estos meses permitirán al entrenador afianzar con mayor claridad lo que quiere para con la selección. En marzo tocará recibir a Ecuador y visitar a Perú, dos duelos fortísimos, pero hay tiempo para prepararse.
Mientras tanto podemos celebrar el triunfo sin caer en triunfalismo –que aún no hemos logrado nada– y, por sobre todo, celebrar que esa Vinotinto competitiva que vimos desde la era Páez, y que en épocas recientes parecía haberse perdido en el camino, dio muestras de que sigue ahí, con ganas de jugárselo todo en el campo y brindar alegrías a treinta millones de personas.
Fotografía original de la Vinotinto
XXX
¡Gracias por leerme!
Nada más que agregar, creemos su lectura sobre el papel nuevo que debería jugar el capitán sancionado. Un corte defensivo y una menor proyección lo harán despedirse de la camiseta como un grande. Saludos.