Aquí estoy extrañando una naturaleza que no he conocido. Pero extrañando mi propia naturaleza, aquella vida acelerada de la que tanto nos quejamos, aquelma ruidosa ciudad, no es más que un desierto de persona verdaderamente afligidas , preocupadas, dónde la sonrisa es tapada por la "seguridad" del tapaboca.
Un aprendizaje como cualquier otro de esos que dejan huella, que dejan historia.
Definitivamente el 2020 es un año de cambios, un año de introspección de buscar aquellos que nos empeñamos afuera, ver qué está en nosotros. A ser más humanos y menos mercantilista (vida de Ego).
Que todo fluya y nada influya.