El título de la rusa

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Yaimé monarca de los Juegos Panamericanos 2019/ Foto: Trabajadores

Ese día de agosto de 2019 conocimos a Andressa Oliveira De Morais. Nos aprendimos su nombre y 'maldijimos' su apellido, mientras nos mantuvo en vilo hasta el mismísimo final de aquella competencia de lanzamiento de disco de los Juegos Panamericanos en la que, por poquito, nos deja vestidos y sin bailar.

De Morais se apareció en Lima con el mejor disparo de su vida y mandó el disco hasta 65.98 metros, mientras sus rivales, incluyendo a las nuestras archifavoritas representantes, no alcanzaban a mostrar sus verdaderas potencialidades.

Y fue así que estuvimos todos sufriendo con aquellos discos que no volaban, aupados por una técnica cargada de deficiencias y rostros tan tensos que nos convidaban a claudicar.

Denia Caballero, la campeona defensora, no lograba enfilar disparos superiores al 60.46 metros de su primer intento y Yaimé, la mejor del mundo en el año en curso, aunque mejoraba: 63.88, 64.65 y 64.15, no conseguía desbalancear a Andressa, firme en la cima de la clasificación.

En esas condiciones llegamos a la sexta ronda. Denia no pudo consigo misma, y consciente de la insuficiencia de su disparo final lo invalidó, como hizo con casi todos los otros. Terminaba cuarta, un lugar y sobre todo, un concurso que, de ninguna manera, puede considerarse favorable. Las manos en su cabeza y las lágrimas profanando su rostro son una prueba irrefutable de la bronca que lleva por dentro al no conseguir un resultado acorde a su jerarquía y nivel actual.

Aquel 6 de agosto era el día del disco. Había que ponerlo en órbita de alguna manera, porque en ello nos iba parte de la vida, y una primera medalla de oro para Cuba en el atletismo panamericano que tenía que llegar, sí o sí.

Tocó el turno a Yaimé Pérez. Le quedaba una bala; todo o nada. Porque la plata en este caso no significaba mucho. El disco era para Cuba la opción más segura de subir a lo más alto del podio.
En tanto imaginábamos que si se podía, Yaimé soltó el disco y le gritó un poco. Ella no es demasiado expresiva, de ahí que su grito, aunque pequeño, era sinónimo de que el implemento llevaba fuerza. Y el disco voló, y los 66.58 metros de la medición anunciaron que sí escucharíamos en La Videna, las notas de la otrora Bayamesa. Nos volvió el alma al cuerpo.

El esfuerzo final infructuoso de De Morais confirmaron la presea de oro para esa santiaguera, de Songo La Maya, que vaya usted a saber por qué todos llaman La Rusa.

Un disparo que vale oro, no solo porque le haya dado el titulo sino porque supone su consagración. Desterrando los fantasmas de las tantas veces que su psiquis la dejó fuera de podios y lejos de sus mejores resultados a la hora buena.

El resultado confirmó que es otra atleta. Que la temporada de 2018, donde ganó la Liga de Diamantes, la Copa Continental y el titulo centroamericano en Barranquilla, marcó un punto de inflexión en su carrera.

Quede claro que una sucesión lógica de todos los acontecimientos nos habría ahorrado el sobresalto. Los panamericanos eran, aun contando con la revelación de De Morais, un asunto de puro trámite para las nuestras pues para superar su marca de esta noche, las contaban con armas suficientes y un arsenal de al menos 11 disparos oficiales superiores a esos 65.98 que son historia. No fue una buena noche, aunque las emociones se encargarán de dejar el análisis técnico o táctico en un segundo plano. A fin de cuentas, el oro viene para Cuba y se ha ganado a la vieja usanza.

El bronce se lo colgó otra brasileña; Fernanda Borges con 62.23 metros. Detrás de esta escalada del gigante sudamericano en pruebas de lanzamiento anda la mano de un cubano: Justo Navarro, padre acá, de los mejores resultados históricos de la impulsión de la bala entre las damas.

El disparo y el récord / Foto: Fernando LLano / AP

El disparo de oro de Yaime terminó convertido en récord de los juegos, desbancando a Yarelis Barrios que reinaba desde Guadalajara con el envío de 66.40 metros que le aseguró la victoria en 2011.

A De Moraiss, unos meses después, le señalaron por el uso de sustancias prohibidas y perdió la medalla. Pero nos sacó el quilo y por poco nos destroza las cábalas. ¿Lo recuerdan?



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3 comments
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Excelente tu publicación. Además es sobre un deporte que no es muy publicado por aca

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