La Reina del Judo Cubano. Opinión

Por estos días se efectuó el torneo internacional Carnaval de Judo que tuvo por escenario al balneario cubano de Varadero. Este fue un evento muy importante porque otorgó puntos a los atletas que están luchando por asistir a los Juegos Olímpicos de París 2024.

Cuba ganó el evento por naciones, pero, hoy, quiero hablarles de una de las yudocas más grande de la historia: Driulis González Morales, que en el libro por publicar de este autor titulado 100 momentos relevantes del deporte cubano tiene un capítulo especial.

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Inicios

En la provincia más oriental de Cuba, nació el 21 de septiembre de 1973 la reina del judo cubano y una de las mejores judoca del mundo de todos los tiempos, Driulis González Morales. Sus inicios en este deporte se remontan a 1983 en su ciudad natal cuando tenía 10 años de edad y cuatro años después alcanza su primer resultado de envergadura al titularse campeona en los Juegos Escolares de 1987, en ese evento obtuvo otro reconocimiento importante al ser seleccionada como la atleta más técnica del evento.

A partir de ese año no pararía de darle alegrías a su provincia y al país. Dos años después de su título en los Juegos Escolares y sin cumplir los 16 años, gana la medalla de oro en el Campeonato Nacional de mayores y se convierte, en la titular nacional de mayores más joven de la historia. Este resultado le valió para ser miembro del Equipo Nacional de Judo.

Trayectoria victoriosa

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Su palmarés ha sido realmente asombroso. En sus vitrinas atesora todos los títulos otorgados por la Federación Internacional de Judo y una gran cantidad de reconocimientos como premio a su calidad en este deporte.

En cuatro ocasiones ganó los Juegos Mundiales Universitarios y en siete ocasiones el Panamericano de Judo. También se deben reconocer los varios Grand Prix del judo mundial ganados por ella, como el de Villa de París, Austria, Japón, etc.

En los Juegos Deportivos Centroamericanos tuvo una actuación destacada al sumar tres medallas de oro y una de Plata.

A nivel continental fue sencillamente imbatible. En estas lides ganó cuatro títulos de manera consecutiva (Mar del Plata 1995, 56 kg, Winnipeg 1999, 57 kg, Santo Domingo 2003, 63 kg y Río de Janeiro 2007.

En campeonatos mundiales

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Alcanzó tres medallas de oro en campeonatos mundiales (1995 Shiba, Japón, en los 56 kg, 1999 Birmingham, Gran Bretaña, en los 57 kg y, en el 2007, en la ciudad brasileña de Río de Janeiro, en la división de los 63 kg.). En este tipo de torneo ganó, además, dos medallas de plata y otras tantas de bronce. Esta actuación la ubica como la atleta cubana más destacada en este tipo de competiciones en cualquier deporte.

Gloria olímpica

Su historial olímpico es sencillamente asombroso: conquistó cuatro medallas en Juegos olímpicos. En Barcelona 1992 gana la medalla de bronce; ocho años después, en Sydney gana la medalla plateada y cuatro años después vuelve a subir al podio en la cuna del olimpismo, Atenas, al ganar la medalla bronceada.

Usted dirá que solamente hay tres medallas olímpicas y tiene razón. Sucede que la medalla que falta es un canto al amor y la valentía deportiva.

La historia del deporte olímpico recoge numerosos hechos y figuras que han dado muestras de valor a toda prueba o se han logrado sobreponer a dolores físicos, accidentes y enfermedades, dando un ejemplo de entrega y voluntad sin límites. Entre otros, podemos señalar a Ray Ewry, Johnny Weissmuller y Wilma Rudolf. Entre estos y otros tantos, está nuestra Driulis González.

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Sucede que para la cita olímpica de Atlanta, en 1996, Driulis había entrenado y era favorita para la medalla dorada. Esta apreciación estaba dada porque, en el ciclo había tenido una actuación de lujo al alcanzar los principales resultados en la división de los 56 kg: a la medalla de bronce alcanzada en Barcelona, se sumaron las medallas de oro en la Copa del Mundo, Juegos Panamericanos de Mar del Plata, Campeonato Mundial, Juegos Mundiales Universitarios y el torneo Villa de París.

Sin embargo, pocos meses, antes de los Juegos Olímpicos del Centenario tuvo una severa lesión al sufrir una fractura de dos vértebras cervicales que aun cuando no necesitaron de intervención quirúrgica la obligaron a estar inmovilizada y fuera de los entrenamientos durante una parte importante que hicieron dudar su participación en las olimpiadas de Atlanta, en 1996. Pocas semanas, antes de la cita, volvió a los entrenamientos y, como era de esperar, muchos tenían dudas sobre sus resultados en la magna competición.

En la competición las atletas que sabían de su grave lesión trataron de dañarla para derrotarla, pero una tras otra se vieron frenadas, ante el empuje de la titánica cubana. Los dos primeros combates los venció, no sin antes sufrir las embestidas de sus rivales y el dolor en su lesión que de manera gallarda se calló para no preocupar a su entrenador y personal médico que hubiera constituido la suspensión de la competencia, en detrimento de su salud.

La siguiente fase de la competencia sería más exigente, pues tendría que enfrentarse a rivales bien calificadas: la británica Nicola Fairbrother y la dificilísima china Chuang Liu. En ambos combates siguió al pie de la letra la estrategia de su entrenador y logró vencer por Yuko e Ippón, respectivamente, a cada una de sus calificadas rivales. Era realmente una actuación que rozaba la leyenda, lo increíble. A pesar de haber asegurado la medalla de plata y haber superado la actuación de cuatro años antes, no estaba satisfecha e iba por más.

La pelea por el título le reservaba a una judoca de probada calidad: la coreana Jun Sun-Yong, quien junto a Driulis y la china Liu constituían el trío de vanguardia de la división, en esos momentos. Vale apuntar que en esta división los especialistas vaticinaban que ellas dos eran las favoritas para discutir la medalla dorada.

La pelea fue en extremo difícil para ambas contendientes, al final ganó la cubana por yuko. Todavía emocionan las imágenes de Driulis y su entrenador después del resultado. No sólo era el momento más grande de su carrera deportiva, sino que fue un premio a su gallardía, su entrega, valor y confianza. Fue además un triunfo de la medicina y el deporte cubano.

Después de su grandiosa epopeya, el destacado comentarista japonés Nogy Sugawara expresó "Su victoria es verdaderamente conmovedora. Solo los deportistas con un corazón más grande que ellos mismos son capaces de acciones de tal naturaleza".

A modo de conclusión

No se exagera si se califica a Driulis González como una de las cinco mejores atletas cubanas de todos los tiempos. Cubana y guantanamera de pura cepa, ha sido ejemplo de constancia, valentía a toda prueba, maestría y longevidad deportiva. Es la atleta cubana que más medallas olímpicas atesora en toda la historia de estas competiciones

Es una de las dos atletas cubanas con tres títulos mundiales (la otra es Yargelis Savigne) los que ganó en tres divisiones diferentes: La primera en Shiba, Japón, en 1995, en la categoría de 56 kg; en Birminghan-99 en 57 kg alcanzó su segunda corona y la tercera la logró ocho años después en la bella ciudad Río de Janeiro, en los 63 kg.

Dentro de los atletas cubanos es quien mayor cantidad de medallas olímpicas atesora después de 1959 y única en participar en cinco juegos olímpicos. Es la atleta femenina cubana con mayor cantidad de medallas en Campeonatos del Mundo con siete (3 de oro, 2 de plata y dos de bronce). Ha sido la segunda más laureada con cinco trofeos como Mejor deportista del Año en Cuba. Por sus resultados deportivos, ha sido la mejor judoca de América de todos los tiempos y la segunda más laureada a nivel mundial, en toda la historia de este deporte, solamente superada por la japonesa Ryoko Tani Tamura. Sus resultados deportivos y actitud ejemplar le valieron para ser seleccionada entre los diez mejores deportistas cubanos de la 1ra década del siglo XXI.

Nota: He utilizado el traductor DeepL Translate.

ENGLISH

A necessary introduction

During these days, the international Judo Carnival tournament took place in the Cuban resort of Varadero. This was a very important event because it awarded points to the athletes who are fighting to attend the Paris 2024 Olympic Games.

Cuba won the event by nations, but, today, I want to talk to you about one of the greatest judo players in history: Driulis González Morales, who has a special chapter in the book to be published by this author entitled 100 relevant moments of Cuban sport.

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Beginnings

In the easternmost province of Cuba, the queen of Cuban judo and one of the best judoists of all time, Driulis González Morales, was born on September 21, 1973. Her beginnings in this sport date back to 1983 in her hometown when she was 10 years old and four years later she achieved her first major result when she became champion in the 1987 School Games. In that event she obtained another important recognition when she was selected as the most technical athlete of the event.

From that year on, she would not stop giving joy to her province and the country. Two years after her title in the School Games and before she was 16 years old, she won the gold medal in the National Senior Championship and became the youngest senior national title holder in history. This result earned her a place on the National Judo Team.

Victorious trajectory

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Her track record has been truly astonishing. In her trophy cabinet she treasures all the titles awarded by the International Judo Federation and a great number of recognitions as a prize for her quality in this sport.

On four occasions he won the World University Games and on seven occasions the Panamerican Judo Championship. We must also recognize the several Grand Prix of the world judo won by her, such as Villa de Paris, Austria, Japan, etc.

In the Central American Games she had an outstanding performance, winning three gold medals and one silver medal.

At continental level he was simply unbeatable. In these competitions he won four consecutive titles (Mar del Plata 1995, 56 kg, Winnipeg 1999, 57 kg, Santo Domingo 2003, 63 kg and Rio de Janeiro 2007, in the 63 kg division).

In world championships

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He won three gold medals in world championships (1995 Shiba, Japan, in the 56 kg, 1999 Birmingham, Great Britain, in the 57 kg and, in 2007, in the Brazilian city of Rio de Janeiro, in the 63 kg division). In this type of tournament she also won two silver medals and two bronze medals. This performance places her as the most outstanding Cuban athlete in this type of competitions in any sport.

Olympic glory

His Olympic record is simply amazing: he won four medals at the Olympic Games. In Barcelona 1992 he won the bronze medal; eight years later, in Sydney, he won the silver medal and four years later he was on the podium again in the cradle of Olympism, Athens, winning the bronze medal.

You will say that there are only three Olympic medals and you are right. It so happens that the missing medal is a hymn to love and sporting courage.

The history of Olympic sport includes numerous facts and figures who have shown courage to any test or have managed to overcome physical pain, accidents and illnesses, giving an example of dedication and will without limits. Among others, we can point out Ray Ewry, Johnny Weissmuller and Wilma Rudolf. Among these and many others, there is our Driulis Gonzalez.

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It happens that for the Olympic Games in Atlanta, in 1996, Driulis had trained and was a favorite for the gold medal. This was because, in the cycle, she had had a luxury performance by achieving the main results in the 56 kg division: to the bronze medal achieved in Barcelona, were added the gold medals in the World Cup, Pan American Games of Mar del Plata, World Championship, World University Games and the Villa de Paris tournament.

However, a few months before the Centennial Olympic Games, she suffered a severe injury when she fractured two cervical vertebrae which, even though it did not require surgery, forced her to be immobilized and out of training for a significant part of the time, which made her participation in the Atlanta Olympics in 1996 doubtful. A few weeks before the event, she returned to training and, as expected, many had doubts about her results in the great competition.

In the competition, the athletes who knew of her serious injury tried to harm her in order to defeat her, but one after the other they were slowed down by the thrust of the titanic Cuban. She won the first two bouts, but not before suffering the onslaught of her rivals and the pain of her injury, which she gallantly kept quiet so as not to worry her coach and medical staff, which would have led to the suspension of the competition, to the detriment of her health.

The next phase of the competition would be more demanding, as she would have to face well qualified rivals: the British Nicola Fairbrother and the very difficult Chinese Chuang Liu. In both bouts she followed her coach's strategy to the letter and managed to defeat each of her qualified rivals by Yuko and Ippón, respectively. It was truly a performance that bordered on the legendary, the unbelievable. Despite having secured the silver medal and having surpassed the performance of four years earlier, she was not satisfied and went for more.

The fight for the title was reserved for a judoka of proven quality: the Korean Jun Sun-Yong, who together with Driulis and the Chinese Liu constituted the leading trio of the division at that time. It is worth noting that in this division the specialists predicted that the two of them were the favorites to fight for the gold medal.

The fight was extremely difficult for both contenders, in the end the Cuban won by yuko. The images of Driulis and her coach after the result are still moving. Not only was it the greatest moment of her sporting career, but it was also a prize for her gallantry, her dedication, courage and confidence. It was also a triumph for Cuban medicine and sport.

After his great epic, the prominent Japanese commentator Nogy Sugawara said "His victory is truly moving. Only athletes with a heart bigger than themselves are capable of actions of such nature".

By way of conclusion

It is no exaggeration to describe Driulis González as one of the five best Cuban athletes of all time. Cuban and Guantanamo native, she has been an example of perseverance, courage, mastery and sporting longevity. She is the Cuban athlete who has won the most Olympic medals in the history of these competitions.

She is one of the two Cuban athletes with three world titles (the other is Yargelis Savigne), which she won in three different divisions: The first in Shiba, Japan, in 1995, in the 56 kg category; in Birmingham-99 in 57 kg she achieved her second crown and the third she achieved eight years later in the beautiful city Rio de Janeiro, in the 63 kg.

Among Cuban athletes, she is the one who has the largest number of Olympic medals after 1959 and the only one to participate in five Olympic Games. She is the Cuban female athlete with the highest number of medals in World Championships with seven (3 gold, 2 silver and two bronze). She has been the second most awarded with five trophies as Best Athlete of the Year in Cuba. For her sports results, she has been the best judoka of America of all times and the second most awarded worldwide in the history of this sport, only surpassed by Japan's Ryoko Tani Tamura. Her sports results and exemplary attitude earned her to be selected among the ten best Cuban athletes of the first decade of the 21st century.

Note: I have used the translator DeepL Translate.