Pasión (SPA-ENG)
En "El secreto de sus ojos" extraordinario film argentino ganador del Oscar a la mejor película extranjera, hay un diálogo que recuerdo casi textual desde el día en que la vi por primera vez. Pablo, asistente del agente judicial retirado Benjamín, se pregunta por qué no han podido encontrar al asesino hasta ese momento y se le ocurre algo que le trasmite a su jefe: "...una persona puede cambiar de cara, de trabajo, de novia, de religión, lo que no puede cambiar es su pasión ....", la escena salta a un estadio majestuoso colmado de fanáticos , cánticos, gritos, bombos y banderas, todo celeste y blanco los colores del club, es la casa del Racing Club de Avellaneda, allí entre miles de personas ven al asesino gritando por el club de sus amores, su pasión.
En mi infancia dejamos la Ensenada de Barragán, lugar donde transcurrieron mis primeros años de vida, muy cerca de la ciudad de La Plata, cuna de dos equipos cuya rivalidad es ancestral: Estudiantes y Gimnasia y Esgrima, equipo este último del que soy simpatizante desde el momento en que nací, mi padre y sus hermanos se encargaron de que yo lo amara como ellos.
Por esas cosas del destino nos mudamos a La Boca, cuna de otros dos equipos rivales desde sus inicios, Boca Juniors y River Plate, este último de fue del barrio de La Boca para recalar en Núñez, pero esa es otra historia.
En La Boca crecí y tengo amigos, compañeros de colegio y hasta mi madre con casi 90 años continúa viviendo en el mismo edificio y en el mismo departamento donde crió a sus hijos y vivió feliz con su marido, mi padre, hasta su fallecimiento.
Conozco La Boca, o la que existía en mis años de juventud; hoy es el mismo lugar, con algunas cosas modernas y otras exactamente igual a las que recuerdo, el mayor cambio es la gente. Cuando era chico existían muchos de los mismos conventillos que aún hoy permanecen en pie gracias a algún milagro del que se me escapa el motivo y la utilidad, antes estaban habitados por inmigrantes europeos, principalmente italianos que gracias a su esfuerzo y su trabajo consiguieron un mejor pasar, ellos o sus hijos. Muchas de esas casas de chapa y madera, sin baño y con cocinas diminutas aún existen, pero están habitadas por otros inmigrantes, la mayoría latinoamericanos que heredaron esa necesidad de luchar y trabajar para tratar de salir de la pobreza, ellos o sus hijos, un nuevo ciclo. Sin embargo, la pasión es la misma, como en la película, eso no cambia.
En este barrio colorido, multifacético, multicultural, todavía con muchas casas de chapas pintadas de colores llamativos, habita Boca Juniors, uno de los dos equipos del fútbol argentino más populares, con mayor cantidad de simpatizantes y socios y también con la mayor cantidad de títulos nacionales e internacionales.
Caminar por las calles de La Boca es respirar aire "xeneize", apodo con que se conoce al club de la ribera, una palabra que significa genovés en clara relación con los 6 socios de origen italiano que fundaron el club en el año 1905. Y es precisamente la combinación de colores de su camiseta, azul y oro, que hace comprender a todo visitante que ha llegado al hogar de "los bosteros" otro apodo, esta vez despectivo, con el que los fanáticos de otros equipos denominan a los simpatizantes de Boca.
Todo es azul y oro, negocios, las personas que caminan por la calle y por supuesto el estadio, que ha sido totalmente pintado de esos colores que lo distinguen.
Caminar por las inmediaciones del estadio es encontrar decenas de negocios que comercian todo tipo de prendas, amuletos, cuadros o recuerdos para que los visitantes se lleven algo que haga alusión a la visita. Hay estatuas de los principales jugadores, Maradona y Riquelme por supuesto, aunque por ahí se cuela Messi que no jugó jamás en Boca, pero Lio es propiedad de todos y no puede faltar en ningún templo de fútbol local.
Hay réplicas de las principales copas que ha ganado Boca Juniors, Libertadores e Intercontinental son las más conocidas, pero si buscan encontrarán copias de las originales que adornan sus vitrinas. Debajo de una de las tribunas se encuentra el museo de Boca, imperdible para todos los amantes del fútbol y también se puede ingresar al club y dar un paseo por las instalaciones, sectores para la práctica de otros deportes y las gradas del estadio para observar el césped donde se desarrollaron grandes gestas del club y también de la selección nacional.
Los micros de turismo llegan trayendo gran cantidad de personas sorprendidas y emocionadas por ver la famosa "Bombonera" ese curioso estadio al que le falta una tribuna pero que tiene la magia y la historia suficiente como para que ese detalle pase desapercibido.
Los alrededores parecen un mercado persa y aunque solo conozco ese tipo de lugares por la televisión, no puedo menos que compararlo con lo que aquí ocurre, la mezcla de idiomas es extraordinaria, caminar solo una cuadra implica escuchar personas hablar en francés, alemán, japonés, portugués y otros idiomas que no puedo identificar. Una torre de Babel horizontal.
Ir al estadio de Boca es una experiencia que ningún visitante puede dejar de realizar, espero que las fotografías hayan captado algo de la magia y la pasión que despierta el club de la ribera.
Passion
In "The Secret in Their Eyes," an extraordinary Argentine film that won the Oscar for Best Foreign Film, there is a dialogue that I remember almost verbatim from the day I saw it for the first time. Pablo, the assistant to the retired judicial agent Benjamín, wonders why they have not been able to find the murderer until that moment and comes up with something that he transmits to his boss: "...a person can change their face, their job, their girlfriend. ", of religion, what cannot change is their passion...", the scene jumps to a majestic stadium filled with fans, chants, shouts, drums, and flags, all blue and white, the colors of the club, it is the home of the Racing Club of Avellaneda, there among thousands of people they see the murderer shouting for the club of his loves, his passion.
In my childhood, we left Ensenada de Barragán. In this place, I spent my first years of life, very close to the city of La Plata, the birthplace of two teams whose rivalry is ancient: Estudiantes and Gimnasia y Esgrima, the latter team of which I have been a supporter since the moment I was born, my father and his brothers made sure that I loved him as they did.
Because of those things of fate, we moved to La Boca, the birthplace of two other rival teams since its inception, Boca Juniors and River Plate, the latter from the La Boca neighborhood to end up in Núñez, but that is another story.
In La Boca, I grew up and I have friends, schoolmates, and even my mother, who is almost 90 years old, continues to live in the same building and in the same apartment where she raised her children and lived happily with her husband, my father, until her death.
I know La Boca, or the one that existed in my younger years; Today it is the same place, with some things modern and others the same as what I remember, the biggest change is the people. When I was a child there were many of the same tenements that still stand today thanks to some miracle whose reason and usefulness escapes me. Before, they were inhabited by European immigrants, mainly Italians who, thanks to their effort and work, achieved a better life. pass, they or their children. Many of those metal and wood houses, without bathrooms and with tiny kitchens, still exist, but other immigrants inhabit them, most of them Latin Americans who inherited that need to fight and work to try to get out of poverty, themselves or their children, a new cycle. However, the passion is the same, as in the movie, and that does not change.
In this colorful, multifaceted, multicultural neighborhood, still with many tin houses painted in striking colors, lives Boca Juniors, one of the two most popular Argentine soccer teams, with the largest number of supporters and members and also with the largest number of titles. National and international.
Walking through the streets of La Boca is breathing "xeneize" air, the nickname by which the riverside club is known, a word that means Genoese in clear relation to the 6 members of Italian origin who founded the club in 1905. And it is precisely the color combination of their shirt, blue and gold, that makes every visitor understand that they have arrived at the home of "los bosteros" another nickname, this time derogatory, with which fans of other teams call the supporters of Mouth.
Everything is blue and gold, businesses, people walking down the street, and of course the stadium, which has been completely painted in those colors that distinguish it.
Walking around the stadium is finding dozens of businesses that sell all kinds of clothing, amulets, paintings or souvenirs so that visitors can take something that alludes to their visit. There are statues of the main players, Maradona and Riquelme of course, although there is Messi who never played for Boca, but Lio is everyone's property and cannot be missing from any local football temple.
There are replicas of the main cups that Boca Juniors has won, Libertadores and Intercontinental are the best known, but if you look you will find any of the originals that adorn their display cases. Under one of the stands is the Boca Museum, a must-see for all football lovers and you can also enter the club and take a walk through the facilities, sectors for practicing other sports and the stadium stands to observe the game. grass where great feats of the club and also the national team were developed.
The tourist buses arrive bringing a large number of people curious and excited to see the famous "Bombonera", that curious stadium that lacks a grandstand but has enough magic and history for that detail to go unnoticed.
The surroundings look like a Persian market and although I only know that type of place from television, I can't help but compare it with what happens here, the mix of languages is extraordinary, walking just one block means hearing people speaking in French, German, Japanese, Portuguese and other languages that I cannot identify. A horizontal tower of Babel.
Going to the Boca stadium is an experience that no visitor can miss. I hope the photographs capture some of the magic and passion that the riverside club awakens.
Héctor Gugliermo
@hosgug
Sin duda alguna, es la pasión que prevalece sobre toda las cosas y se va pasando de generación en generación, somos producto de esa pasión, saludos mi estimado 😘🥰
Así es, es una de las más grande pasiones deportivas, algo que trasciende al individuo, a las familias y a las naciones, me resulta inexplicable pero ¡quien quiere explicar una pasión!
Saludos @neilamarcano
Así es mi estimado, trasciende barreras sobrenatural, el que tiene pasión, lo tiene todo, por eso soy apasionada con mis actividades físicas, la disfruto, la vivo y la siento, gracias por el debate, saludos 🤗
En Argentina vivimos fútbol y la sociedad se ve reflejada por lo que pasa en el fútbol.
El mayor acontecimiento que viví de la pasión, sin embargo la ví en Napoles, Italia, cuando iba caminando por las calles cercanas al monumento de Maradona, varios de los locales me veían con la camiseta del Diego en el 86 y me felicitaban y me sonreian. Hasta un hombre me pidió una foto y me mostró su tatuaje de Maradona en su brazo.
Cosas como esas demuestran que el fútbol no es solamente 22 tipos corriendo atrás de una pelota.
Gran post compañero @hosgug ! Un abrazo!
Me imagino! allá en Nápoles Diego tiene categoría de héroe y hasta santo.
Saludos amigo @her18lux